De amarillo vestías,
en la tarde azulada,
y en tu pelo prendída,
una flor recién cortada.
Flor que tomé prestada
de un jardín cercano,
la coloqué en tu cabello
y tu tomaste mi mano.
Es el recuerdo más bello,
de un encuentro enamorado,
que guardo aquí adentro,
como un tesoro sagrado.
Tu mirada y tu sonrisa,
y mis manos en tu pelo,
colocando aquella flor,
en una tierna caricia.
Así se inicia…
el recuerdo de una flor,
que en el tiempo se ha encargado,
de unirnos más en nuestro amor.
Quiero que sepas,
que siempre te he amado,
y ese primer encuentro,
en mi corazón está guardado.
© Saulo Garcia Cabrera
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Autor:
Saulo García Cabrera (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 10 de octubre de 2019 a las 09:33
- Categoría: Amor
- Lecturas: 14
- Usuario favorito de este poema: kavanarudén.
Offline)
Comentarios1
Delicado y hermosos versos, cargados de ese noble sentimiento que llamamos amor.
Me gustó mucho.
Un placer leerte
De mi parte un fuerte abrazo
Kavi
Muchas gracias Kavi, es un honor tu comentario. Saludos.
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