Hola, dijo la ironía

Si el compañero trabajador del estado flaquea en convicción

mandalo a la rotonda Hugo Chavez a ondear una bandera roja y negra,

si el chavalo de la cuadra no quiere ir a la marcha

aunque le ofrezcás una camiseta del comandante,

entonces ofrecele marihuana.

si el desempleado no repite tus consignas

entonces ofrecele los trámites para sacar el carnet de militante.

 

Si tus turbas no dispersan con sus garrotes a las personas que se manifiestan

en contra del partido,

entonces llamá a la policía que dirige tu consuegro.

Si la policía no dispersa a las personas que se manifiestan

en contra del partido,

entonces armá grupos de paramilitares,

si los grupos de paramilitares mataron a demasiada gente

entonces culpá y juzgá a las personas que se manifiestan

en contra del partido

o dialogá, a ver qué pasa.

 

Si la OEA, la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y la mayor parte del mundo

te presionan,

entonces negalo todo

y quitá las cruces de los caídos

de la rotonda Jean Paul Genie.

Si no te creen y tenés un desastre económico en el país

entonces volvé a dialogar, pero antes liberá a uno que otro preso político,

por si no te creen.

si no te creen y urge borrar la memoria del pueblo

entonces regalales pañoletas roja y negras

a los estudiantes de secundaria

para que no olviden de dónde vienen y a quién obedecerán,

invadí los ministerios con banderas nacionales,

a las patrullas de los policías y a las caravanas funestas

de los paramilitares

pintalas de azul y blanco sangriento

para que se unan a este intento de amnesia colectiva

que desde aquel abril, no ha dado resultados.