Apóstol de Pablo.                                                                 

Alejandro Tapia

Apóstol de Pablo.                                                                          

 

 

Pobre Neruda admirado por toda la originalidad disfrazada de sentimiento en carne viva y cristalina rima.

Tanto anhelo de Picasso, de sobresalir, de emerger del apestoso fango como perla encendida.

Consuelo de tu tierra, divinidad de mármol que acaricia la hoja.

Consuleo de tu tierra, vino con pólvora...

Arena caliente y ensangrentada.

Yo prefiero ser vago, errante, escribir en obscuros rincones  apenas de luz perforados...

En esquinas acorrucado me quito la piel y escribo.

Por eso prefiero ser apóstol del otro Pablo, el de la letra imponente, el de la sangre negra el Pablo amargo.

El que heredó al diablo, mismo que en último momento expulsó en abundante vómito carmín...

Bocado final de todo chileno ferviente, bocado final de plomo.

El que amó fielmente, el que recorrió casi siempre en rieles que atravesaban las empedradas arterias de su soleado y requemado ecosistema.

Vibrante voz férrea, fea, metalica y socialista.

Siempre creyó en Dios pero no aprendió nunca a llamarlo ni a ser escuchado.

Siempre creyó en el hombre pero no le creyeron a él y fue abandonado.

 Hacía eco donde fuera pues grave fue siempre la palabra que lo acompañó como insatisfecho, incompleto, maestro y excelso.

Tú no cantas a nada que no sea la conducta agraria y sus pesados labores que son alma de toda patria.

Cantas al automóvil y a la locomotora las letras erres en fierro resuenan el doble en tu boca.

Dibujas templos de sangre y concreto y cantas también, al siglo XX dueño de tu claustro y tu encierro.

Sino al que quisiste escapar y lo lograste escondiéndote en un agujero...

cómo la sangre diluida con agua salada que se esconde en la sien recién perforada.

Y fue entonces que la Rokha se mojó y que volvió a la vida luego de obligarse a despertar. 

Magnifico hasta en el pseudónimo...

Así como su carne, así como su pesada alma era Rokha.

pincel de piedra, tal vez oxidiana, de afiladísima punta que llora la tinta más negra.

 

 

 

 

  • Autor: Pepe Golpe (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de septiembre de 2019 a las 02:01
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 11
  • Usuario favorito de este poema: Azhcari.
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Comentarios1

  • Azhcari

    Precioso! ...!

    • Alejandro Tapia

      Muchas gracias, un burdo interno de honrar al mejor poeta chileno en mi opinión claro está...me encanta saber que te haya gustado.



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