Ouróboros

Ouróboros

Le declaran la guerra al silencio

los sonidos de un arpa,

y en su batalla a muerte dan vida

a una melodía pacífica,

melodía que anuncia la existencia

de un mundo no binario,

melodía que proclama una vida 

sin vértices, ni aristas;

vida que no se divide 

entre un mañana y un ayer,

un mundo donde el bien y el mal

no habitan a kilómetros como el 'tu' del 'yo'

sino se besan, como el día y la noche en el ocaso,

un mundo donde el blanco y el negro

son solo colores para un alma gris

y la guerra y la paz son

matices para un espíritu en tregua.

donde termina la muerte, empieza la vida,

sucede lo mismo con la oscuridad y la luz,

el ruido y el silencio;

sin embargo,

se complementan por amor

o conveniencia,

y esto siempre ha sido así

incluso en las alturas de las montañas

y en las profundidades

del ser.

-Raynier Garrido