MIDIARIO: ¡MICIFUZ!

VITRALES DEL ALMA

 

 

 

 

Hace frío,   pero no cala los huesos. Es la brisa deliciosa que ondea mis cabellos y pone sobre mis labios una gota de rocío.

Mi jardín parece taciturno. Y no es para menos. En lo que abarca la mirada, no veo a Micifúz. Dicen, que las personas que no gustan de los gatos, no tienen paz en su conciencia. No lo sé. Lo cierto es, que hace lunas,   su presencia me estorbaba.


Al descorrer el velo de mi magia fascinante. Está ahí, mirando fijamente a mis pupilas, recorriendo cada huella que el día anterior,  he transitado, y observando de soslayo a través de los alelíes, con el ánimo de captar, quizás, el momento exacto, que mi alma y corazón abandonan el cuerpo, en busca del amor perdido, del amor ingrato.


Observa obnubilado, el hilo misterioso que tejido de luceros se adhirió a mi ventanal, aquella noche, noche triste, noche blanca. Sendero sagrado que une a la tierra con el cielo y viceversa Tu alma con la mía y la mía con la tuya



Su blanco y hermoso pelaje, mancha negra en su ojo izquierdo, color turquesa de sus pupilas, le hacen partícipe activo de mi noche, noche cristalina.

Trae a colación éste animal, a Rosendo, mi hermoso felino, que descubriendo mi secreto, subió por la escalera misteriosa que conduce a las estrellas, para nunca regresar. Ahora, le veo bordear de lunas diminutas el hilo misterioso que nos une. ¡Cuánto le quiero!


¡Micifuz, has dejado huella en esta noche extraña!


Beberé una gota del ánfora para saciar la sed. A ésta hora de la madrugada, el viento sacude mi kimono de satén, dejando al descubierto mis delicados pechos y desorden en mi cabello.


Una gota de sangre cae sobre la hoja de papel, vestigios quizás,  de una gripe que hasta ayer, se negaba abandonarme.

¡Sangre, efluvio divino que recorre mis venas, recorre mi cuerpo!  ¡Fluye y refluye con ímpetu al vaivén de tu ausencia, invocando tu aroma e invocando tu nombre!


¡Sangre, sangre mágica, sangre de dioses!  dice el poeta.

Se apaga la mirada, el silencio fluye y el amor se acaba.




*Imagen de ReconReno.

LuzMarinaMéndezC/29032019/Derechos de autor reservados.





*Imagen de ReconReno.

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Comentarios3

  • alicia perez hernandez

    Observa obnubilado, el hilo misterioso que tejido de luceros se adhirió a mi ventanal, aquella noche, noche triste, noche blanca. Sendero sagrado que une a la tierra con el cielo y viceversa Tu alma con la mía y la mía con la tuya
    ...................................................
    ES TAN PRECIOSO LO QUE ESCRIBES. GRACIAS POR COMPARTIR. SALUDOS MARINA

  • benchy43

    Hermosamente escrito. Felicitaciones.

    Cariños.

    Ruben.

    • VITRALES DEL ALMA


      Gracias Rubén. Agradezco tu valoración a mis escritos. Saludos.

    • JAVIER SOLIS

      Rosendo, mi hermoso felino
      partícipe de mi noche, cristalina.
      A ésta hora de la madrugada,
      el silencio fluye y el amor se acaba.

      No hay duda es muy bello mi adorable poeta
      Con cariño
      JAVIER



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