-Arrastrando la cobija-

Prosa Osada

-Arrastrando la cobija- 

 

No me he roto toda la madre (Por decirlo mejor explicado) una, sino un par de veces. Y mi corazón ah quedado inservible, mi cuerpo jorobado y mi alma cansada de tanto andar por ésa vereda de la "chingada".

 

No hallaba salida, ni camino angosto ni ancho, "Ni, nimadres' de un modo para salir de la "Santa madriza" emocional y la chingada que siempre me cargaba.

 

Sólo tierra y piedras en los zapatos, sol y desierto. Algunas veces me llovía sobre mojado y el sol salía para ruborizarme los cachetes chamuscados. Bueno, que me "llevaba la que me traía", y eran mis días mugrosos puro cochambre...

 

Destartalada me movía sabrá dios cómo entre la gente, que veía extrañada, las lágrimas vueltas salitre sobre mis ojos negros, como una estrella en agonía.

 

En rastras traía mi progenitora por que había decidido dar hasta el último suspiro, y me agote la dignidad sobre un catre viejo, sobre un joven con la mollera blanda y todavía su madre cuidaba la puerta como las perras cuidan sus crías pero mas civilizada...

 

Enamorada "la puta", le convencía su semental en unas horas, mientras duraba en el pedestal que se le volvía asador, al cabron.

 

Valgame!, que me he partido el alma a jirones... a lo cinematográfico; dramático y cursi como dos flores silvestres en un vaso de mole lleno de agua sobre la mesa.

 

Autor: Silvia E.c.s. 

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  • Autor: Edith Azul (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de agosto de 2019 a las 17:09
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 62
  • Usuario favorito de este poema: alicia perez hernandez.
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Comentarios1

  • Coty

    Muy mexicana inspiraciĆ³n!



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