Catarsis 4: La Culpa.

Antes de escribir éstas palabras.
Antes de que tuviera ésta visión en mi mente...
Ahí, nació todo.

Hay mucho ruido a mi alrededor...
Me cuesta concentrarme
y deletrear el sentimiento que me invade y traspasa mi alma.

"Voy por un camino de tierra negra, plano; hacia donde miro hay oscuridad...
y al final, que es muy lejano,
se avista una luz blanca.
Mis pies van descalzos.
Mi piel es pálida.
Mi boca de un tono morado y mi pelo despeinado...
sumado a una bata sin mangas, blanca y de apariencia gastada.

No hay eco, ni sonido alguno. Sin embargo, sigo por ese sendero.
Y cuando creo que las penumbras han acabado, salgo de ese lugar y traspaso la barrera blanca de luz que casi quema mis pupilas...
Entrecierro los ojos, y después, los abro y me encuentro con un escenario distinto, el suelo ya no es plano, es inestable, hay arena bajo mis pies... Estoy en un desierto.
Y sin que nadie me lo diga,
siento la noción de que he entrado en mi alma...
y entonces, unas lágrimas sobre mis mejillas siento
deslizarse.
Desorientada, miro a la nada y camino pero... Me caigo y mi rostro se cubre de arena.

No lloro porque esté sola.
No.
Comprendo que lloro,
lo no llorado.
Me doy cuenta de que, dejé que el pasado me matara por dentro y...
echara a perder mi vida y me aprovechara del amor y la paciencia que los demás me tuvieran.

Y éstas eran mis consecuencias.

De pronto, tuve sed... Mas no había agua.

¿De dónde podría obtenerla?

Pensaba.

A unos metros ví una pequeña botella con un contenido extraño.

Cuando uno tiene sed, no piensa demasiado, así que, la levanteu y bebí el contenido. Era hiel.
Sentí como dañaba mis entrañas y empecé a divisar todas las cosas que los demás habían sufrido por mi causa...
Pude haberme quejado.
Pude haber renegado.

Mas no lo hice.
Lo creí, justo".

Quienes lean éstas líneas, quizás, pensarán que soy buena.

Pero no lo soy.

Soy mala.
No siempre fui así...

Sí ya sé.
Lo estás pensando:

"¿Cómo puede ser mala ésta chica?"
"¿Por qué se considera así?"

Y te diré por que.
Porque soy la peor hija.

Sí.

Es la verdad.

Veo como mi mamá sufre, por verme en el estado deplorable de mi necedad
y no hago nada para remediarlo.

Ninguno de los hijos que parió...
resultamos buenos.
Y a decir verdad,
el como son mis hermanos
no me importa.
Me importa lo basura
que, yo, me he portado con ella.

Quiero gritar.
Porque en éstos momentos,
mi bronca no es con los demás, es conmigo misma.
No se si me odio,
pero no me quiero...
me desprecio totalmente.

Ni Dios mismo me ha podido ayudar y no porque no pueda...
Él, lo puede todo.

Yo no he querido dejarme ayudar.

Por eso, estoy aquí en éste desierto mental...
donde lloro, pero no me sirve de nada,
porque sigo igual.
Donde me pongo de rodillas y pido auxilio
al cielo, pero no hago nada.

Yo, y únicamente, yo, soy responsable de lo que no he podido superar y que
no logro hallar dentro
de mi,
para darle solución.

Ni siquiera se, por qué soy así.

Y la culpa, es la que me tiene en éste estado de trance.
No se a dónde voy.
No se por qué vivo o para qué.
No se nada y vivo en la nada.

Y solo me he intentado refugiar en las letras, porque de algún modo,
dejó que me respire el alma.

No, no volveré a escribir más.

Me sumergiré en un silencio sepulcral...

y sin saber qué pasará.

De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )

Publicado el 13 /08/19

10:42 pm

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