Hubiera puesto por tí la mano.

JoseAn100

 

Hubiera puesto por tí mi mano,
sin embargo me la habría quemado,
fue tan dura tu felonía, tu traición,
Que respecto a la amistad cambio mi corazón.

 

Me dejaste de hablar sin ningún motivo,
simplemente por la más oscura de las pasiones,
la irracional y vengativa envidia,
y yo pobre de mí durante años trataba de entender tus motivaciones.

 

Eras mi mejor amigo,
al que puse inocentemente por delante,
de los que me quieren, los de mi sangre,
mi dinero siempre te lo presté y te lo deje.

 

Quizá por eso, por mi inocencia,
mi confianza, mi buena fé,
me decepciono tanto tu indiferencia,
y sin duda respecto a la amistad cambie.

 


Muchísimos años después ,
sin motivo aparente,
intentaste volverte a acercar,
pero yo ya contigo era un ser inerte.

 

Que mala y triste es la envidia,
Que enfermedad más mala,
como pudre al que la sufre,
y como hiere al que la siente.

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  • Autor: Josean100 (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de agosto de 2019 a las 14:23
  • Comentario del autor sobre el poema: Dejo en manos del lector el que piense si es real o imaginaria. Admito que podría ser ambas porque soy capaz de escribir de situaciones no vividas aunque hablé en primera persona. Un abrazo a todos.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 51
  • Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Hugo Emilio Ocanto.
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Comentarios2

  • Jorge Horacio Richino

    Las personas envidiosas no pueden aceptar la felicidad de los demás, y recuerdo ahora una frase popular que dice: "No hay nada más peligroso que ser feliz delante de un envidioso".
    Muy bueno tu poema y muy certeras sus afirmaciones!
    Un fuerte abrazo, amigo!!!

    • JoseAn100

      Gracias Jorge. Sí, con los envidiosos lo mejor es alejarse. Un fuerte abrazo.

    • Hugo Emilio Ocanto

      Oh! Cuánta verdad en tus letras, poeta.
      Tengo una vecina que vive a ciento cincuenta centímetros, y es tal su envidia, que hace maldades sin ningún motivo ni razón...
      Gracias por compartir tus bellas letras, muchacho.
      Un abrazo.

      • JoseAn100

        Si por desgracia la envidia es demasiado frecuente. Un abrazo querido amigo.



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