Y así llegó la hora,
momento del día cuando algo dentro de mí se libera.
Cuando corrientes intangibles que creo llevan mi firma,
salen a caminar por donde más nadie pasea.
¿Qué será que me atrae tanto?
Que me hace resucitar las esperanzas caídas,
que esperan creer que en esto que vivimos,
no se puede llegar más arriba.
Ellas que cambian.
Cambian el tiempo, hasta la realidad,
la manera más fiel de vencer la normalidad.
Lo hago para agradecerles,
lo hago para enriquecerme.
Porque ahora soy esa misma la que escribe.
Brillando para lucir que estoy hecho de ideas.
De suerte hoy se desplegó por mentes despiertas.
Evitó nacer cuando duerma,
para innecesariamente morir cuando amanezca.
En cada rincón del espacio, producto de esta vida,
de alguna u otra forma, escondida.
Ahora vuela en indescifrables movimientos,
viajó y de donde cayó levantó un ornamento.
El sitio de nacimiento es donde no hay límites,
mucho menos hay medidas.
Qué bueno esto que sembraron,
casi que se tratase de un punto de partida.
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Autor:
Leonel Mint (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2019 a las 07:26
- Comentario del autor sobre el poema: Es una especie de tributo a las ideas (de cualquier tipo que se nos ocurren a todos), a esas que nos ayudan a ir haciendo todo más llevadero. Es el primer poema serio y con completa dedicación que escribí. Cayó espontaneamente una noche en la cama buscando ideas para algo que ya no recuerdo, y simplemente me vinieron para describirse a ellas mismas en forma de poesía.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
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