Para que extrañar - Poema N.3

¿Que si la extraño?

Mierda claro que sí, la extraño todos los días de mi existencia; la extraño cada noche cuando quiero abrazar y solo encuentro a mí almohada, la extraño cuando me baño y no está ahí para burlarse de mí; la extraño en especial cuando hay otras mujeres sobre de mí y veo que no son ella.

La extraño cada día, cada noche, la extraño a tal grado de creer que yo fui el malo Y... Sabes...

...Tal vez sí, tal vez lo fui y lo que más extraño es que ella me haya aceptado así, no extraño su aroma, su sexo, sus labios, su humor su esencia, su forma de ser, no extraño nada de eso o... Tal vez sí, pero lo que más extraño es que ella soportaba todo en mí...

A veces...

Pasan los días y me preguntó cuántos van desde su partida; a veces... Mi estancia se oscurece por la noche y veo que ella está con alguien más y todo en mí perece.

Y sigo sin entender cómo es que teniendo todo lo que siempre quisiste tener y solo por no tenerla a ella no te basta la vida que obtuviste, quieres más y más, pero imposible, ella ya solo es un recuerdo que solo en mi mente existe.

Mierda...

Cuántos días van desde la última vez que te bese, cuántos días van desde la última vez que te abracé y créeme; ni siquiera yo puedo entender por qué no te puedo olvidar, por qué de mi mente no te puedo sacar...

Quizás es porque nadie es como tú...

Mis amigos me dicen mujeres hay miles y sí, pero ninguna es como tú, ninguna de las miles fue mi primer mujer, ninguna de esas miles me enseñó a amar; a querer; a poder entender que el es como es y que

asi debe de ser

Es inocente...

Inmaduro, incoherente y elocuente; tal vez... tal vez a veces quisiera ya no despertar, no porque no pueda vivir, sino porque sino despierto contigo no sé para qué quiero hacerlo; no sé...

Ya a estas alturas ya ni siquiera se como es vivir, porque mierda tú fuiste quién dijo que vivir es para construir y mis edificios todos los hice para contigo poder vivir...

La unión y desunión, la vida y la muerte; ese jodido ciclo permanente que te enseña que todo tiene un fin y que este se llama muerte, yo...

Pareciera que no tengo veinte años, porque sigo soñando que puedo verte, que puedo tenerte; pero al final que egoísta creer que tú estás para complacerme, que egoísta creer que yo solo puedo estar cerca y evitar tu muerte, porque para mí no lo estás pero pareciera, porque te escribo como si existieras pero ni un hola llega...

A veces, a veces quisiera gritar para que me escuches y a los ojos por lo menos una última vez poder verte.