A la soledad

Que sería de una rosa sin espinas, sin el sabor que el dolor le agrega a la vida, sin la dulce incertidumbre de no saber que pasará mañana

Me abraza una brisa tan solo unos segundos y el frío envuelve mi cuello como si de una corbata se tratara, el brillo de sus ojos penetra hasta el alma y me llena de paz como nunca la había sentido, talvez nos encontramos por una razón o talvez fue pura casualidad

El destino como excusa para alejarme de sus brazos y la melancolía trae consigo el recuerdo de buenas épocas

Oh mi dulce Soledad tan tosca y a la vez tan tierna ,no me dejes Soledad nisiquera cuando ya no quiera estar solo

La noche es nuestra y el día solo tuyo los espacios de mi mente nunca los llenaste y los del corazón nunca los dejas vacíos

Que será de mi mañana y al día siguiente sin saberlo espero con ansias despertar
De este sueño que me atrapa y me ahoga
Entre los recuerdos de lo que alguna vez fuimos esperando volver al polvo del que salimos