Y me iré quizás lleno o tal vez vacío
tal vez valiente o quizás cobarde;
me marcharé acaso muriendo de frío
mientras en el lúgubre rostro mío
palidece hiriente eterna la tarde.
Senderos nuevos recorrerán mis pasos
podría también un día yo volver a verte;
sin extrañar ya la calidez de tus brazos
¡pero siempre con el alma en pedazos
iré vacío de vida pero lleno de muerte!
¿Me amaste alguna vez? No lo sé;
pero subí al cielo mientras te besaba
y pensando en ese beso triste me iré
al cruel olvido donde la vida es nada.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.