-- Errante ánima --

el brujo de letziaga

Mi casa en la llanura, mi ventana,
de tardes miradas...
con un hastío colgado de nadas.

 

Errante ánima,
inextinguible, e imprescindible luminaria,
resignadamente, una exenta lejanía.

 

Epicentro inscrito en ningún mapa,
tuya es mi plegaria,
y todo lo que a mi me pasa.

 

Acércate a mi ventana, ponte bien cerca,
columpiada en una cresta,
responde por favor, mi dulce madre mía.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.