Tu Vientre Bendito

Tu vientre bendito

Nadie tiene el poder de elegir de donde nacer, tuve el  privilegios de un amor puro, humilde, que te llena el corazón de esperanzas, te crea ese don de grandeza, pero no esa grandeza de vanidad, es esa que te hace abrir como capullo de flor que le brinda al mundo belleza, como larva que ofrece la hermosura y el vuelo de mariposa, yo no escogí nacer del vientre de mi madre, pero Dios tuvo esa magnífica elección, madre de mi alma te amo y te amare por el resto de mi vida, ahora eres mi ángel, que me protege junto al todopoderoso.

Amor de mi vida, sé que me abrazas en el silencio de la noche cuando estoy dormida, sin pedírtelo me bendices día a día, no sabes cuánto te extraño. Perdóname si falte al pacto madre-hija, pero sé que en algún momento fue hija-madre, eras tan callada, tan sumisa que tuve que darte un escudo para las personas malvada que nos rodeaban, eras pura bondad, alegría, sencillez madre mía, esa fue la mejor herencia que me dejaste.

Por mi torrente sanguíneo te llevo, son tus cromosomas con mezclas de los de mi padre los que me hacen la mujer que soy.

Mi ángel te extraño mucho, mi pecho se comprime, se anuda mi garganta, lagrimas siento rodar por mis mejillas, cuando pienso que no pude hacer tantas cosas por ti, en ese último día de tu vida estuve allí, te me ibas de las manos y no podía hacer nada, tu mirada me decía sálvame no me quiero ir, pero esa enfermedad pudo más que nosotras, será que Dios te necesitaba más que yo?

Solo le pido a Dios que si al morir tengo la oportunidad de volver a nacer sea de tu vientre bendito madre de mi vida, amiga de mi alma, mi cómplice, mi amor infinito.