UNA MIRADA MÁS ALLÁ DEL TIEMPO...

McAllister Gordon

 

Poema:
UNA MIRADA MÁS ALLÁ DEL TIEMPO...
Por: Carlos Alberto Gómez Acuña.

De pronto la había visto, profunda, cadenciosa…
tenía esa mirada eterna e infinita,
esa misma mirada que venía pasando, 
por encima del espacio y del correr del tiempo,
incluso más allá de la insensata, ilógica 
y absurda circunstancia que atropellara el tiempo…

Sí… de pronto… en cualquier parte y en cualquier momento, 
volvía a verla, una y otra vez y ya sabía, 
que esa mirada cómplice era una verdad concisa, 
siempre fija y penetrante, siempre eterna e infinita…
siempre burlando el paso del tiempo y del espacio, 
incólume, impertérrita, como el volar de un águila salvaje.

Era la misma mirada con la cual se detenía el tiempo, 
y no pasaban los días ni los años ni los siglos,
y no pasaban tampoco, los momentos perpetuos, 
de esperanzas eternas que marcaban huellas, 
hondas huellas que reseñaban vidas… 
vidas pasadas y presentes, y vidas por venir en el futuro…

Eran huellas con filamentos de oro líquido en los ojos, 
y surcos de profundas experiencias en el rostro,
desafiando el correr del día y de la noche… 
y retando los momentos presentes en el tiempo,
para afirmar que lo real y lo profundo jamás muere.

Y al no pasar el tiempo, otrora ineludible, 
esa misma mirada eterna e infinita,
siempre plena de añoranza y esperanza, 
siempre llena de luz incandescente,
iluminaba mi corazón con mil fulgores,
de presagios de adorable devenir.

Pero la realidad en ocasiones, terrible y contundente, 
nos mostraba quizás solo ilusas fantasías,
quizás solo vanos y quiméricos delirios,
quizás solo falsas y recónditas promesas añoradas,
quizás solo simples entelequias y utopías,
que surgían al tejer esperanzas imposibles.

Pero tal vez… a lo mejor todo era cierto, 
y la verdad quizás fuera más brillante que la noche,
y las estrellas me iluminaran con destellos de esperanza,
y nos dejaran asumir con sueños seductores, 
que la vida quizás fuera espléndida y sublime.

Y de pronto volví a recordar que la había visto,
con su mirada profunda y cadenciosa,
con aquella particular fijeza, eterna e infinita,
que iluminaba mi vida y mis entrañas,
con diamantes de eternas esperanzas…

Carlos Alberto Gómez Acuña.

 

  • Autor: Carlos Alberto Gómez Acuña (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 10 de junio de 2019 a las 09:43
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 15
  • Usuario favorito de este poema: Syol *.
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Comentarios1

  • Syol *

    wow ! un excelente discurso poetico...

    mis congratulaciones...



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