Es estar en un barco a la deriva,
Un sinsabor constante, y rutinario,
Es callar al pasar el calendario
Que acrecienta, con su paso, mi desdicha.
Sentir arder mis ojos ya desiertos
Que humedecen, día a día, mis mejillas.
Es caer, de repente, y de rodillas
A esperar que mi cuerpo yazga yerto.
Es gritar de impotencia y desconcierto
Intentando así aliviar esta agonía.
Es desear sufrimiento en demasía,
Si eso implica que se acabe mi tormento.
Que a mis lágrimas ya no les queda cuerpo
Que a mi tiempo ya no le queda vida
Que mi pecho no soporta ya otra herida
Que hace tanto que morí... ¡Pero por dentro!
Comentarios4
Hay seres que dañan nuestras vidas
como garras de salvajes fieras
pero siepre habrá primaveras
después de los inviernos y otoños.
Me ha encantado amiga. Felicitaciones
Con cariño
JAVIER
Me encantó. Saludos. Poetisa
Que tu barco llegue a mejor puerto,
Tus letras navegan en el alma.
Abracitos
Muy bonito.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar [email protected] Regístrate aquí o si ya estás [email protected], logueate aquí.