LA FEERICA Y EL FEMICIDA

Julieta Iallorenzi


Como me miraste te he mirado

Hoy la hago de espejo

Y esto es lo que observado;

Mis mejores obras

Yacen limpias de sustancias

¿Y vos a cuántos alucinógenos

Les debes tus extravagancias?

Tantos años de carrera

Perdidos junto a tu cordura

Juntando alas de mariposas

En la basura, armando una figura

Repetida como muchas otras

En desapercibidas estanterías.

Por eso estas con quien roba partituras.

Se igualan en el plagio y lo tildan de originalidad

Son símiles en la sed de fama

Que el ego no les muestra

Que en verdad es infamia.

Y no te importa cuantos muertos

Hayan bajo su colchón

Que rebota carente de pasión,

Porque por fin una de tus criaturas cobró vida.

Y puede falazmente recitarte las mentiras

Que esperaste oír en el lecho dormida.

Y aunque seas tan solo su coartada

Por primera vez tienes compañía...

Y durará

Todo el tiempo que necesite

Limpiar su reputación aborrecible.

Durará

Lo que dure tu economía

Y las paredes de tu propiedad

Que no es un hogar sino un bunker

Para a un prófugo ocultar.

Durará lo que dure

Tu ceguera.

Durará lo que dure tu carencia

De amor propio.

Si acaso sabes lo que es,

Porque entiendo que es sencillo,

No saber reconocer el genuino amor

Si nunca antes has visto su brillo

Si en tu pasado no existe nada para compararlo.

Donde está el mal, donde está el bien

Discapacitada estas para averiguarlo.

A los vírgenes de corazón muy fácil es engañarlos.

Lo se porque también tuve la vista borrosa,

Pero cotejando con mi ayer

Sabia que el amor era otra cosa.

Lo se porque descubrí completa su colección

Que no es de arte sino de féminas en un estante

Cubiertas de sangre y estupor.

Lo se porque las canciones de cuna

Dedicadas a mi vientre

Son las mismas que te compone

''Para tu insomnio especialmente''.

Y alguien que repite

La conquista, el insidio, y la huida, tiene un patrón.

Alguien que planifica con tanta lucidez

No es un psicótico, es un psicópata.

Aunque te tapes los ojos

La verdad siempre se nota.

Lo sé porque cuando pregunté

Por que lo difamaban por el crimen peor

Grito ''Sofia miente''

Cuando era Uma la remitente...

Y cuando rechacé el rol

Que hoy con tonto orgullo portas vos,

Cuando no presté mi lengua

Para defenderlo de sus crímenes

Ahí tuve las consecuencias mas viles.

Y cuando junté de todo el mundo, el valor

De contar el día a día de lo que ocurría;

Ignorando sus prohibiciones y la tortura que vendría,

Casi fui otro nombre en los obituarios.

Y tan solo sobreviví para contar

Como me asesinaron.

Lo sé porque recuerdo la cara del femicida

El mismo que clamas ''amor de mi vida''

Lo sé porque vi su verdadero rostro

El del monstruo que no se arrepiente de nada.

Y tal calamidad jamás habrá de arrepentirse,

Si los cómplices de los crímenes le dicen

''Esta bien lo que hiciste''

Y limpian rápido la sanguínea derramada.

Lo tuyo no es una terapia revolucionaria

Solo haces que Charles Manson se ría

Como si nada pasara, como si nada hubiera hecho...

Un conocimiento superfluo nunca cava en un pecho.

Si no fueras oscura, tendría pena por vos de hecho.


Inteligencia es descifrar mas allá de la actuación.

Por eso vi las máscaras caer

En un cruento anochecer.

Pero nunca lo harás, jamás se la quitarás.

Porque la trampa es mas cómoda

Que el pozo negro de tu soledad.


Los soldados con el cerebro más lavado,

Son los que dan la vida en guerras

Sin saber realmente quien es el malvado

Sin conocer por quien o qué pelean

Y expiran

Y fenecen

Y se desvanecen. 

Si no fueras un chivo expiatorio

Una coartada

Una encubridora macabra

O la esclava más retardada,

Te ofrendaría mi piadosa lástima

Te ofrecería la visión más dolorosa

Ver la cruda realidad

Sin tu hada del autoengaño

Ya sin tus fantasías.

Es el escudo más infalible

En la escabrosa vida;

Ver lo que es tal cual es

Sin tintes feericos de estupidez.

Mas nunca lo harías, porque tu necesidad

Sin filtro de selectividad, es tan inmensa

Que eliges creer la mentira cual mensa

Que batallar contra los monstruos reales.

No es conmigo tu guerra,

Mira fijo al espejo y no confíes en tu reflejo

Ni en tu irrisorio cortejo.

Solo merecen clemencia

Los audaces más no los inconscientes

Aunque ambos se enfrenten a todo

Solo los audaces saben 

A que se enfrentan exactamente.

Los inconscientes no ven el mal

Ni teniéndolo enfrente,

Y expiran

Y fenecen

Y se desvanecen.


JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

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