QUÉ BONITO NOMBRE TIENES SARA

QUÉ BONITO NOMBRE TIENES SARA

Qué bonito nombre tienes princesa mía,
si no te llamases Sara no podría nombrarte
de otra manera sino con tus cuatro letras

despiertas que se juntan en una encrucijada

que entrelaza un haz de luz abreviada

en la tierra que abarcas pisada a pisada,
sólo tú eres capaz de emanar caminos

de belleza que surgen de un baúl abierto

donde la alegría es el sinónimo de la frescura

que va del vientre del mundo a los laberintos

que encierra cada significado dentro de ti.
El encantamiento propio de tu anatomía,
la dulzura verde que destila tu ciudad blanca,
tu descendencia de raíz hebrea, cada palabra,
el amor que allana el recorrido que antepone

la desmesura tibia que impediría la llegada

del ángel que se convierta en aura digna

de la flor esplendente que habita en tu alma.

Qué bonito nombre tienes, tanto me gusta,

que reservé un balcón de piedra para verme

reflejado en las pupilas de sus cuatro letras,
y he pensado que quizá no hubiera llegado

a conocerte si no agruparas tantísima pureza,

pero eres distinta a las demás personas,

aunque me duelas con esa seca concavidad,

o parezca que te hayas ido y no vayas a regresar,

el aroma en ti equivale al amor de la fragancia,
eres una pluma que en el cielo todo lo alcanza,

los sueños de la vida, y contigo nada me tiembla,

así quédate en a mi lado en este firmamento,

espera, muy pronto llegará un día parecido

al que hablamos aquella mañana de porvenir,

y dará a fin otra jornada e iremos a un sitio

cercano donde veremos los peces del río mojarse

las branquias bajo el agua secreta que les baña,

te explicaré la verdad de las cosas hermosas

que hace tiempo regalan tus manos pequeñas

y compartimos, pero sobre todo repetiré

tu nombre entero para resumir tu vida entera,
una realidad que atrapa tanto que a mi destino

amarrar quisiera para verte despierta en el futuro

con todo lo que hemos superado estando juntos,
palabra a palabra y cómo no, poema a poema,

porque eres todo lo que quiero y soy sincero,

sigo sentado en el mismo lugar donde espero

verte llegar, pase lo que pase y suceda lo que suceda.