Un Piropo a mi manera (Acróstico)

Marcos Reyes Fuentes

Brisa eres, bien arrebatado al cielo,

inscrito en esos ojos de ángel de algodón

que me obsesionan tanto al desconsuelo

cuando pongo en la mirada el corazón.

 

Aniega tu figura mis pupilas contritas

como un tatuaje de fiesta y alegría

que se dibuja sola en tu mirada sin cuitas

como se dibuja el sol en pleno día.

 

Regocijase entonces las níveas avecillas

que se visten de arcoíris de la infancia

cuando se pueblan de rubor ya tus mejillas

al contacto con el clima de mi estancia.

 

Buscándote está el rayo de luna

aquel que se releja ahí en tu piel

para irradiarte con su luz como fortuna

y embriagarse con el néctar de tu miel.

 

Abrigaron tus pestañas hasta al viento

que se jacta de besarte sin condenas

para luego inundar el firmamento

como inunda ya tu luz hasta las penas.

 

Recorro tu cabello de oro vida

que te cubre como un manto de ambrosias

matizando el cielo gris de algunos días

que vigilan tus pisadas de elegida

 

Indeleble ya es tu huella en mis parajes

pues tus ecos siempre quedan en mis nubes

y no importa cuando bajas cuando subes

pues te quedas en la ausencia de tus viajes

 

Tantos versos te persiguen como sombra

para hacerte su cadencia ahí en sus rimas

y contarle al corazón que ahí te nombra

que eres libre como el ave de las  cimas

 

Aunque a veces estés seria ¡ay que me matas!

igual siempre te contemplo de lejitos

y ahora que en mi mente ya no escapas

he rimado con tu nombre estos versitos.

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