Musa Yucateca

El tiempo que esperamos a la distancia,
El tiempo que nos negamos
Y que se va como agua entre mis manos,
Es el mismo que me ha permitido
Empezar a amar racionalmente;
Sentir hasta que el corazón siente,
Aguardar en silencio
Hasta que los ojos rompan
El silencio que hay en el alma,
Por orgullo o por miedo.

No soy fuerte,
Ni lo llegaré a ser,
Procedo de la evolución de este humano
Que ha amado intensamente
Con poemas y con locura,
Ahora con una musa Yucateca,
Que ama intensamente y disfruta
Cada noche sentarse a escribirle,
Como si el tiempo
Que se va entre las manos
Fueran los últimos segundos
En el que declara amar
A su musa Yucateca.

Amo a mi musa Yucateca
Como la forma tangible de mis latidos,
La amo porque ahora tendré
Que conocer a su nueva versión,
Una versión imperfecta,
Que se reinventa cada día
Entre sus sueños y pesadillas;
La amo como una extensión natural
De mi alma que encuentra
En sus ojos y en su piel,
Esa miel adictiva que sacia mi alma
Con cada palabra,
Con cada sonrisa y con cada vida que toca.

Yo la amo intensamente
En formato clandestino,
Aunque es probable que me vuelva
En ese Florentino Ariza,
De mi propia novela.
Pero la amo en los formatos
Que sean necesarios,
Mientras mi corazón
le dediquen mis latidos;
Amo a mi musa Yucateca
Porque aún sigue inspirando letras,
Y aún sigue costándome muchas botellas,
Pero yo la amo,
Porque mi corazón sigue de necio
Y quiere seguir latiendo por ella
En los sueños y en el alma.