Aire y fuego

El otro yo

La noche estaba de nubes y estrellada contra el cielorraso de la habitación mientras el silencio se cortaba por el sonido de su respiración agitada. Y lo miraba, y lo deseaba, y lo intuía agazapado entre las sábanas esperando el si por el movimiento de mis piernas. El tic tac del reloj amenazaba con terminar el encuentro sin reconocimiento sensitivo y con las manos sujetándose las ganas. 

Y  fue fugaz el roce que cruzó la muralla y el efecto dominó dejó caer toda nuestra ropa, todo el pudor, todas las miradas. Una caricia suave, una caricia salvaje, entregada hasta lo más profundo y sacando hacia fuera el conjunto de voces anudadas en la garganta, como un murmullo al principio, como un alarido inquieto y de alivio y de placer después. 

Me recorría cual guitarra con los ojos expectantes de un niño que ve su regalo por primera vez, como un adolescente que prueba en sus labios el sabor de lo prohibido, como un hombre que tiene entre sus brazos lo que nunca se atrevió a tener. Así me conocía a punta de dedos, a palmas abiertas, con su boca de pincel bordeando  colinas secretas descubría el paraíso y el infierno en el mismo cuarto de hotel.  

Usaba las piernas y lo ataba a los bajos instintos de la piel, se retorcía a mi antojo mientras le decía al oído el momento preciso de seguir en el tren, y subía y bajaba y volvía a subir, entre tragos largos de sus recovecos una que otra marca le fundia el misterio y el gozo y el ayer. 

Éramos dos y éramos uno, éramos el fuego y el aire haciéndose arder.

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Comentarios4

  • Anngiels Simplemente Mujer

    muir bueno, es un exquisito relato colado de imágenes
    un placer volver a leerte

    • El otro yo

      Muchas gracias por pasar por mi espacio... Saludos

    • Luis Mario 81

      Sublime! Querida amiga, tu narración de la travesía desde el hades al edén de ida y de vuelta, sugestivo y elegante, como todos tus escritos. Un abrazo

      • El otro yo

        Muchas gracias por tu lectura y tú comentario, de verdad... Me gusta y a la vez me cuesta escribir cosas sugerentes pero no vulgares, de verdad gracias por tus palabras... Besos y abrazos

      • alicia perez hernandez

        que nunca se atrevió a tener. Así me conocía a punta de dedos, a palmas abiertas, con su boca de pincel bordeando colinas secretas descubría el paraíso y el infierno en el mismo cuarto de hotel.
        .......................................................
        ES QUE NO DONDE QUIERA HAY...
        ....Y SIGUIERON SU INSTINTO ANIMAL, EL EFECTO DOMINO ...ARDIÓ FUEGO Y AIRE....
        Y EL OTRO YO

        • El otro yo

          El instinto animal y una química extraordinaria para encenderse mutuamente

        • Wavesdarkness

          Exquisito y abrumador...
          Puro arte

          • El otro yo

            Muchas gracias por tu lectura... Saludos desde mi rincón del mundo



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