LA BELLA VA LLORANDO

Alfonso J Paredes

Camina despacio, como flotando
como si no tuviera pies,
como si entre algodones fuese andando,
tan suavemente, que no la oyes si la ves.

Pero la bella, no sé por qué, va llorando.

Lleva la cabeza alta y la mirada perdida,
es grácil, enjuta y su talle es un fino reloj de arena.
Habla sin mover los labios y erguida,
si estuviera en el mar, diría que es una sirena.

Pero la bella, no sé por qué, va llorando.

¿Será que su sonrisa esconde una pena?
Sus ojos son esmeraldas llenas de vida, 
su piel como la fina arena
y sus lágrimas, saladas como la mar que arriba.

Pero la bella, no sé por qué, va llorando.

El consuelo de una canción que añora
conmueve su alma perdida,
sus labios carmesíes sonríen ahora
y su alma se llena de vida.

Pero la bella, no sé por qué, ya no llora.

SENDEROS
Alfonso J Paredes
Derechos reservados
S.C./Copyright

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