Carta #1

Princesa, mi bien amada:

 

No he dejado de escribirte ni un solo día. Pues mis ideas son repentinas y mi amor se ha vuelto sempiterno. 

Estoy pasando por momentos increíblemente agobiantes, puesto que desde tu partida, no he podido sacar tu recuerdo de mi honorable mente. 

Siento sed de tu cuerpo, y hambre de tu amor. 

Te extraño, mi niña ¡y no sé cuándo dejaré de hacerlo! 

Cada mañana cuando los primeros rayos de luz penetran a la oscuridad de mi recámara. 

Tu recuerdo me lía a tu cuerpo, con una soga muy fuerte y fría, que ciertamente le han apodado melancolía... 

Estoy cansado de amarte y no tocarte. Estoy sentado en el regazo de la tristeza que por lo que dure tu ausencia, hará el papel de una buena compañera.

Vuelve, vuelve y sácame del profundo hoyo que yo mismo me he cavado al serte fiel a distancia, a amar sin ser correspondido, a seguir sin tener algo de esperanza. 

Es inverosímil lo que siento al oír tu voz, pero no es suficiente para seguir con esta travesía. 

Te quiero tocar, princesa. ¡Tocarte para ver que eres real! Sentir nuevamente tu palpitar, tu piel al contacto con la mía. ¡Te quiero gozar! 

Ansío tu palpar al irme a descansar. Necesito tu presencia en mi vida. Te necesito, ¡pero YA! 

Estoy aburrido de ocultar este amor, que me suma y me resta. Este amor que me da vida.

Aunque estés lejos de mi vista, de mis brazos, de las hojas escritas deformadas por gotas que de mis ojos caen. Quiero que sepas que aunque ya me haya cansado de esperar, seguiré, pues en tus ojos he encontrado mil y un razones para no dejar de luchar.

 

Sin querer recuerdo tus ojos que me miraron fijamente, despidiéndose con expresiva ternura después de habernos unido con un beso para siempre. 

Me cubro con las cobijas y aprieto los ojos, como queriendo olvidar, como queriendo dormir. Pero no hay caso, sé bien que no podré hacerlo... 

Pues, eres la definición del amor, aunque jamás haya podido definirse, ni puede hacerse nunca... Definir es limitar, y mi amor no tiene límites... 

Te amo... Con un principio, pero sin final.