Reina

Wilson Chaves

Y en este ir y venir de amores, Me he enfrentado, a algunos amores efímeros, otros pacientes, otros con la pasión a rebosar. Pero hubo uno que marcó mi historia en este sin fin de emociones; aquella reina, que decía ser de todas partes, hasta algo de la realeza chibcha decía tener, amante de las letras y del buen sexo. Quien iba a pensar que el corazón podría agitarse de tal manera, sin conocer, sin entralazar, quien podría creer que sentiria gran pasión, con el solo saber que a cientos de kilómetros ella existia.

Aquella reina, dueña de mis más íntimos pensamientos de amor y lujuria, fue quien me enseñó, que es posible amar de muchas maneras; con calma, pero sin perder el ritmo, con pasión y deseo, pero con delicadeza. Pude amarla a pesar de sus ires y venires. Siempre me gustó, como veía la vida, con esa chispa en medio de su soledad, con esa indeferencia al que dirán, definitivamente me apasionaba el gémido salvaje de su inocencia. 

 

Con ella entendí la frase "morir entre sus brazos", realmente me di cuenta, que con mujeres como ella, uno raramente sale vivo. Pero era exitante vivir la vida a su modo, ella era así un sin sentido incapaz de amar totalmente, pero eso me hacía amarla más, porque notaba franqueza en sus palabras y la honestidad es algo, que hoy en día se valora.

 

Me enamoré de su invierno y de sus ganas de amar la vida, me enamoré de su forma de reír, me enamoré de su forma de bailar, me enamoré de su dureza y su sarcasmo, me enamoré de sus días de ternura; en los cuales comúnmente no coincidíamos, me enamoré de su forma en la que amaba la comida, me enamoré de su extraña manera de quererme, me enamoré de su sencillez y definitivamente me enamoré de su forma de amar en la cama. 

 

Confieso que muchas veces tuve miedo de sus trenes y sus alas, me asustaba el hecho de no poder alcanzarla en sus sueños y un día despertar y no verla más, tal como ocurrió. Se fue de una manera parecida a la que llego, pero con ella se llevó una parte de mi para siempre. 

 

Nose que pensara ella de mi, nose si talvez en algún punto de esta irónica vida, pueda volver a verla, aveces creo que no fue el momento, o puede ser simplemente que el universo aveces actúa de una forma extraña y nos muestra seres, cuyo objeto en nuestra vida es dejarnos una lección; definitivamente prefiero creer la primera, pero eso se lo dejo a las efímeras casualidades de la vida. 

 

Reina, mujer de ojos verdes mar y de celestes solitarios, cuantas noches de nostalgia has dejado en mi, reina, mujer tranquila y bella seguiré mirándote de lejos, en la secreta  melancólia tus recuerdos. 

  • Autor: Wilson Chaves (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de abril de 2019 a las 00:07
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 61
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