Yo

Macuto

 

Paradero de estaciones

es mi cuerpo,

éxtasis que flota

en el viento de verano

como una hoja seca,

recodo que acaricia

las piedras con la

corriente de agua dulce

que lleva,

brasa que permanece

encendida en la madrugada.

 

Mi voz

es el quejido de mis

ancestros,

generaciones amontonadas

en el tiempo y el olvido,

sensaciones que llegan

a mí como un augurio

de cuerpos celestes,

ecos que rebotan en mi vida cotidiana.

 

Mis manos vienen

de otras manos

y de otras más

con una simpleza que pasma,

mis labios vienen

de los besos del pasado

de amores fugitivos

y llenos de nocturnidad,

mis pies abren camino

al futuro y al pasado

porque no soy más que

pasado haciendo futuro.

 

Mi pecho,

nido de saltapiñuelas

con ramas algodonadas,

es urea para el amor

de los momentos

que habitan el tiempo

y que desaparecen en el cosmos.

 

Mi mente,

pequeña aprendiz del todo,

es rama de un

árbol que tiene

raíces profundas,

imán que todo atrae

y repele,

suntuosa intención

de los acontecimientos.

 

Mi cuerpo es pequeño

como pequeña es la vida

y está dispuesto

a extinguirse

en un amanecer cualquiera.

  • Autor: Macuto Manzanares (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 10 de abril de 2019 a las 17:09
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 57
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