Arenal de jarcias y mozos de cuerda.
Hormiguear de plata, carne de
reyes y francachelas.
Un ápice de luz falta, cielo
que no cesa de luna, el
horizonte no existe.
Camino de silencio que
alcanza música, ruído
dentro de una enlatada
muchedumbre agolpada.
Silencio de palabras junto
a la caminata, metafísica
barata que surfea el alejar
de un río que me acompaña.
Palacio de San Telmo a la
vista, espera torre albarrana.
Tocada de oro me espera
en la verja sentada, paso de
largo, ensimismado, con el
mirar en la entraña.
Agua quieta titila a la farola
que hiere como estaca.
Cerca, un puente de argollas
que baila la ola del agua.
Por debajo pasa ahora, blanca
de plata y luz, años miles
de hazañas, antes, con la
morisma, barcas rendían tu
carga.
Castillo de San Jorge, de
inquisitiva semblanza,
encierra en sus almenas
expedientes de escarnio
y jarcha que atravesaron
de quilla a quilla el barrio
de Triana.
El prosaico destino de mi
andanza pronto me espera,
Paseo de Colón a la derecha,
Betis a la izquierda, metafísica
y Platón en el centro de la
escena adornando pensares
y cabezas.
Recorrer sabatino de un curso
que se me torna miel sobre
hojuelas/ noches, luces, algazaras
son guirnaldas de fiesta.
Efervescencia y letargo se
mezclan hasta el remanso,
caricia de brisa marinera orla
de sal la frente espesa.
Un paso de peatones me despierta.
El sueño termina, la música empieza.
-
Autor:
Albertín (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 24 de marzo de 2019 a las 16:58
- Comentario del autor sobre el poema: Un paseo nocturno por el muelle de la Sal.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 100
- Usuarios favoritos de este poema: anbel, Ana Maria Germanas, Amalia Lateano.
Offline)
Comentarios4
Como " cuadros de una exposición" de Modest Músorgski.
Un abrazo afectuoso Albertín.
Me alegra verte por aquí de nuevo y te agradezco la sugerencia musical que en comparativa me brindas. Un abrazo Tokki.
Lindo paseo que refresca la memoria a quien como yo desde la adolescencia no ha vuelto por Sevilla. Un abrazo.
Celebro que hayas estado en Sevilla. Me interesa por curioso tu impresión del trozo de río que comprende la Torre del Oro y el Puente de Triana, y más si lo viste por la noche.
Otro abrazo para ti. Si vuelves no dudes en hacérmelo saber...
Si, estuve en Sevilla en pleno verano. Fuimos toda la familia, mis padres mi hermano y yo. Tendría unos 15 años o menos . La verdad es que fue un superviaje pues dedicamos todo un mes a conocer Andalucía... Bueno toda... Es un decir.. Ya me entiendes.
Mi visión es la de una adolescente a la que la sorprende todo, desde el paisaje el clima todo en fuerte contraste con mi Galicia y en especial con Santiago que es donde he nacido y donde vivo. La alegría de la gente de ahí en relación con la sobriedad de aquí... Con todo eso me quedé y una mezcolanza de lugares que al llegar a casa me costaba poner en orden.
Volvería con gusto a repetir el viaje y verlo todo desde la perspectiva del adulto,seguro que mi visión sería distinta y a la vez igual en muchos puntos.
No, no recuerdo haber visto el paseo de noche, pero debe ser precioso, y pasearlo tranquila y sin apuros una gozada,me encanta caminar y con tan lindas vistas y siguiendo el curso del Guadalquivir, seguro que lo disfrutaría de veras y sin esa impetuosidad de los 15 años, en que todo lo quieres ver y conocer y seguro se pasa por alto lo que hoy saborearia de otra manera recreandome en ello.
Linda tierra en la que vives y que todos deberíamos conocer.
Un abrazo, y claro que te lo haría saber.
Hay 1 comentario más
Pintor de magicos colores...reviviste la prosaica belleza con ese espiritu poeta, que le agrego alma a tus imagenes...
Como me agrada leerte !!,y que bellisimo pasaje me has regalado..
Muchas gracias mi hermoso Albertico.-
Un abrazo enorme.-
PD...Con tu permiso,guardare este precioso poema.-
Gracias por tus palabras siempre preñadas de entusiasmo y energía. Como ya sabes, mi poemario está a disposición del que quiera poseerlo, no persigo metal sino placer, que es más valioso.
Un abrazo intenso Ana.
Leyendo tus poemas se arraiga en mí con más fuerza el amor a la poesía, una voz interior me grita... ¡no te rindas todavía quedan poetas!
Un sentimiento de placer me inunda al ver con que arte dominas las letras para llevarlas al corazón del lector.
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Un abrazo fraterno,
Me deja sin palabras tus halagos, con esto que me dices llego a tocar el cielo del Parnaso con la punta de mi imaginación. Gracias a Dios soy hijo de Sísifo, tal que si toco la cima una vez es para bajar a la casilla de salida y empezar sin fin el eterno ascenso. Escribir para mí es como rezar para el creyente, un recogimiento que se alimenta de su propia salsa.
Un abrazo o mil para ti Amalia.
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