LUZ EN LA OSCURIDAD

Soñando, soñar quisiera,

esparcir suaves fragancias.

Que impregnaran este mundo,

de sutil dulzura y calma.

De paz , hermandad, amor,

aquel que acaricia el alma.

Ese que lo incluye todo.

Aquel que todo lo abraza.

Inclusive las tristezas,

que te desgarran el alma.

Que te encogen, te aprisionan,

te entristecen y te apartan.

Que te hacen sentir pequeño.

Tan pequeño cómo nada.

Que te hacen bajar muy hondo,

que te castigan y marcan.

Que te bajan al infierno.

A la oscuridad del alma.

Allí donde todo es noche.

Allí dónde ya no hay nada.

Dónde todo es sufrimiento.

Donde la luz ya no hayas.

Donde en lo más oscuro gritas,

solo el silencio te alcanza.

Pensamientos desbocados,

te martirizan, te atrapan.

Se pelean entre ellos,

con disputas te reclaman.

La calma ya va llegando.

La tranquilidad te alcanza.

Un punto de luz encuentras.

Esa tormenta ya amaina.

Ya la claridad resurge,

encuentras quien te rescata.

Quien te ilumine en tu noche.

Quien te acurruque en su alma.

Aquello que nunca viste,

como por arte de magia.

Te sorprende , te reclama.

Te hace un guiño, se te abraza.

Cuanto tiempo yo sin verlo,

sin comprenderlo yo andaba.

Gracias oscuridad mía,

por desvelar dónde estaba.

Eso que yo no veía,

porque escondido se hallaba.

Por fin lo voy comprendiendo,

pues incomprensible estaba.

Todo se limpia en la luz.

Se transforma, se abrillanta.

Porque la luz todo abraza,

todo lo cuida y ensalza.

No hay nada que por oscuro,

rechace la luz del alma.

Porque amor el alma tiene.

Amor del que todo abraza.