Carta de despedida

Sigo viendo aquella mirada triste que tuviste el día en que nos despedimos. Aquella vez no quería despegarme de tu lado porque sabía que después de ese día no nos volveríamos a ver más.  

Nunca te lo quise decir porque me encantaba la fe que tenías en que nos veríamos, a pesar de la distancia, dos veces a la semana. Aveces en las noches, suelo recordar todas las aventuras que tuvimos desde el día en que nos conocimos.

Como no recordar aquella vez que nos fuimos caminando hasta tu casa  con una botella de vino en la mano o aquella vez que estuvimos en el parque sentados a orillas de un árbol hablando de la vida.

Nunca podré olvidarte, porque fuiste y seguirás siendo lo mejor que me ha pasado en mi vida. Se que a pesar de la distancia, siempre estarás a mi lado cuando mas lo necesite y por supuesto, yo estaré a tu lado cuando más me necesites. 

        Por siempre a tu lado 

        Félix S