ALUCINACIONES MARINERAS

El DIOS JUVENIL

 

Sosiego de la antipatía en la calle de primavera,
las flores muestran su verdor absoluto y yo me encuentro contento.
La risa se me fue en una barca, digo: oh dolor, volverá con mujeres embarazadas que fueron abandonadas por marineros vigorosos.
Me sorprenden pensando en mi cabaña de madera
siento que revelaron mi intimidad,
me sorprenden sumergido en mis pensamientos.
No siento sorpresa de darme cuenta que soy un ser que siente y que piensa.
Supongo débilmente que a veces me avergüenzo de ser humano, y eso de tener un trabajo, un papel cotidiano y de poder hablar.
La misma vergüenza que uno siente cuando se están enseñando los genitales.
Mi risa fue sepultada en el cementerio de animales, ancianos con paraguas grises se quedan constelados planeando cortejar a mi mujer, aunque estén flácidos recordaran que yo no fui humano,  yo fui estrés.
Yo di de que hablar.
Fui asunto serio.
Yo fui cosa de otro planeta.
Mi risa se fue con quinceañeras hijas de padres psicólogos o profesores de facultad,
yo estoy sucio soy adolescente y soy pobre y la vida me encanta.

 

  • Autor: Emil Epojé (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de marzo de 2019 a las 14:56
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 13
  • Usuario favorito de este poema: Dayanara Mondragon.
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