*** Hacia la Cruz *** /// TEMA SEMANAL DEL CUARTEL ///

Hugo Emilio Ocanto

Durante muchos años, he sido un  apasionado en ir de vacaciones a Carlos Paz, Córdoba.

Y en estos viajes, fiel devoto en ir a visita LA CRUZ. Aunque digan que era un cerro para subir, opinaba y opino que era una elevada montaña.

La cual escala, con férrea voluntad, debido a los intensos calores veraniegos.

Siempre hemos ido en el mes de enero, junto a un grupo de amigas y amigos.

Allá... por la década del 70.

Si mal no recuerdo fue en el año 1978 que ocurrió un suceso... que hasta el día de hoy, no hemos dejado de recordar...

Alicia, una de las mujeres del grupo, debido a que estaba muy cansada al escalar, resbaló y cayó unos metros hacia abajo; la detuvo una piedra.

Fuimos a socorrer. Tenía su rodilla derecha ensangrentada, y un tremendo dolor en el pie.

Pensamos que había sido una fractura, debido a su gran dolor...

Uno de nuestros amigos propuso que algunos se quedaran a acompañr a Alicia, y otros subamos hacia la cruz, para rezar por ella. Todos los años que infalibles hemos sido, siempre rezábamos por la salud de nuestra familia y la de los amigos...

Nos quedamos orando un muy buen y largo momento...

Al descender, llegamos hasta donde estaba Alicia...

Y... quedamos asombrados, porque la sangre que tenía en su rodilla, al limpiar, había quedado sin cicatriz. Y lo que pensamos referente al pie, el dolor había desaparecido, totalmente.

Realmente, para nosotros fue un gran milagro... de LA CRUZ, en nuestras oraciones.

Ese fue mi penúltimo veraneo en Carlos Paz.

Después, conocí Mar del Plata... y me enamoré del mar...

(Aunque por mi problema de erisipela no puedo tomar mucho sol.)

 

COMANDANTE DEL ESCENARIO

05-03-2019

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Comentarios11

  • Yolanda Barry

    gracias pir compartir tu relato,yo en lo personal si creo en losmilagros de Dios.saludos Huguito.

    • Hugo Emilio Ocanto

      Gracias Yolanda.
      Los milagros, sí, existen.
      Hay que saber esperar...
      Saludos, amiga.

    • Fabio Robles

      Un lindo relato y “la fe mueve montañas”, así que este milagro ocurrió. Un abrazo mi estimado y querido amigo.

      • Hugo Emilio Ocanto

        Gracias por acompañar, Fabio.
        La fe es inmensa, y siempre es compensada por el Señor.

        Un abrazo, ni estimado y querido Fabio.

      • Ma. Gloria Carreón Zapata.

        Todo lo que pedimos a nuestro amado Salvador con fe, es concedido, por supuesto que fue un milagro. Un gusto disfrutar de la lectura de tan amena narrativa. Un cordial saludo desde México.

        • Hugo Emilio Ocanto

          Un gran placer y satisfacción esté acompañándome, María Gloria.

          Cordial saludo desde Argentina.

        • Maria Hodunok.

          Hola mi amigo-hermanito del alma...leyéndote a vos, hago de cuenta que los leo a tod@s.
          Si la fe mueve montañas pondré mas fe para volver a leerlos y tal vez a escribir.
          Un abrazo a todo el portal.
          Mi cariño siempre está con ustedes.!!!!!!

          • Hugo Emilio Ocanto

            Hola mi amiga-hermana del alma.
            Dios se da cuenta cuando nuestra Fe se entrega desde el corazón...
            No dejes de leer y escribir, María.
            Todo el portal agradece y retribuye un abrazo, seguro.

            Nuestro cariño siempre contigo!!!

          • FABIO BOHORQUEZ RODRIGUEZ

            Hugo:

            Muy bello y real relato.
            Un placer leerte.

            Un abrazo de amistad.

            • Hugo Emilio Ocanto

              Gracias, Fabio.

              Placer me acompañes.

              Un abrazo de amistad.

            • Lucy Shines

              Hugo qué lindo relato y qué bueno q te agraden mis queridas sierras. Soy oriunda de Córdoba y de niña mi papá nos llevaba a ascender a los cerros y el del Cristo más de una vez y los cerros tienen ese atractivo q se acerca al milagro. Ahora vivo mas cerca del mar pero sigo visitando las sierras, espero q vuelvas a esos sitios tan especiales, cariños

              • Hugo Emilio Ocanto

                Gracias Lucy.
                Tienes la gran dicha de haber nacido en Córdoba, LA MARAVILLOSA...
                Algún año espero regresar a visitar; Dios me lo permita...
                CARIÑOS.

              • Anton C. Faya

                Un milagro querido Hugo... Ameno relato, gracias por regalarnoslo...
                Un gran abrazo a ti...

                • Hugo Emilio Ocanto

                  Gracia a ti por estar, Anton.

                  Un fuerte abrazo.

                • Lidia

                  Si amigo, yo soy creyente de que ocurren los milagros. Solo hay que tener fe y creer, que Dios nos escucha y nos responde cuando oramos con absoluta fe. Un fuerte abrazo.

                  • Hugo Emilio Ocanto

                    Los milagros llegan, Lidia.
                    Dios es todo en la vida, de nosotros los creyentes.
                    No hay que olvidar de orar todos los días, con absoluta y total fe.
                    Un fuerte abrazo.

                  • Yamila Valenzuela

                    Hermosa historia mi querido Hugo E.
                    Los milagros están, existen, se ven a diario, pero no les damos muchas veces crédito.

                    "La fe mueve montañas"

                    Apapacho!

                    • Hugo Emilio Ocanto

                      Una historia que ha quedado grabada en mí.

                      Parte de mi vida está llena de milagros de vida,
                      ante mi fe absoluta en el Creador.
                      Le estoy eternamente agradecido.

                      A papacho !!!

                    • JoseAn100

                      Ameno relato. Un abrazo.

                    • María C.

                      Tu historia es preciosa, quizás si existan los milagros,aunque a todos no son concedidos.
                      Un abrazo querida Hugo

                      • Hugo Emilio Ocanto

                        Gracias María.
                        Los milagros existen.
                        Tú existes, y eres como eres. Es un gran milagro
                        de presencia y amistad... tú.
                        Un abrazo querida María.



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