Mi alma estaba rota y herida
pero tu gracia la restauró,
sobre tus alas me cubres de amor
mi quebrantado fuego de sol.
Tú me amas tal como soy
y me tomas entre tus manos
llenandome por completo
de tu fuego abrazador.
Y hoy escucho el silbido
el susurro de tu voz
y yo te escucho
y te abraza mi corazón.
Fuego abrazador...
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Autor:
escritoradeversos_ (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 21 de febrero de 2019 a las 14:44
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Karen RZ.
Offline)
Comentarios1
Eso es lo que se quiere cuando se ama: que nos amen por nuestros coazones y no por lo que ven los ojos.
Gracia!
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