Un poco morí yo,
cuando desayuné tu muerte una mañana
y mastiqué trigo muerto
y fue tragándose una absurda pena
la garganta seca.
Esa mañana te digerí en la muerte
sin haberte saboreado en vida.
No pude conocerte.
O tal vez sí,
porque morí contigo.
Se ha quedado en mi lengua
una parte del tú
que ahora habita conmigo.
- Autor: TRINIDAD PINAZO ( Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2019 a las 16:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, aljusa, alicia perez hernandez.
Comentarios2
Excelente, me gustó.
Bien descrito ese sentimiento que sientes, esa parte que está ahí viviendo aún.
Un placer leerte
Kavi
Muchas gracias, Kavi.
Es un sentimiento físico, bastante sorprendente.
Le agradezco muchísimo sus palabras.
Trinidad
Nueva Tinta,
Le cuento la historia, aunque tal vez lo bonito de un poema, de la escritura en general, como dice Daki, es que pueda interpretarse de distintas maneras.
Hace dos días, cuando desayunaba, supe que había fallecido el hermano (muy joven) de un amigo. Yo no lo conocí en vida, pero lo admiraba por su compromiso social y político y me dolió mucho su muerte porque era hermano de alguien a quien quiero y porque, sin conocerlo, sí lo conocía.
A la luz de esta explicación a lo mejor se entiende mejor un sentimiento que no consigo reprimir, de profunda tristeza, tan presente que me pareció que se quedó en mi cuerpo desde esa mañana.
Reciba un cariñoso saludo
Hay 2 comentarios más
Ayyy qué bello. Saludos poéticos.
Saludos poéticos y agradecidos, sinmi.
Un abrazo desde aquí.
Trinidad
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