MORÍ YO UN POCO

TRINIDAD PINAZO

 

Un poco morí yo,

cuando desayuné tu muerte una mañana
y mastiqué trigo muerto
y fue tragándose una absurda pena
la garganta seca.

Esa mañana te digerí en la muerte
sin haberte saboreado en vida.

No pude conocerte.
O tal vez sí,
porque morí contigo.

Se ha quedado en mi lengua
una parte del tú
que ahora habita conmigo.

 

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Comentarios2

  • kavanarudén

    Excelente, me gustó.
    Bien descrito ese sentimiento que sientes, esa parte que está ahí viviendo aún.
    Un placer leerte
    Kavi

    • TRINIDAD PINAZO

      Muchas gracias, Kavi.
      Es un sentimiento físico, bastante sorprendente.
      Le agradezco muchísimo sus palabras.
      Trinidad

      • TRINIDAD PINAZO

        Nueva Tinta,
        Le cuento la historia, aunque tal vez lo bonito de un poema, de la escritura en general, como dice Daki, es que pueda interpretarse de distintas maneras.
        Hace dos días, cuando desayunaba, supe que había fallecido el hermano (muy joven) de un amigo. Yo no lo conocí en vida, pero lo admiraba por su compromiso social y político y me dolió mucho su muerte porque era hermano de alguien a quien quiero y porque, sin conocerlo, sí lo conocía.
        A la luz de esta explicación a lo mejor se entiende mejor un sentimiento que no consigo reprimir, de profunda tristeza, tan presente que me pareció que se quedó en mi cuerpo desde esa mañana.
        Reciba un cariñoso saludo

      • Hay 2 comentarios más

      • sinmi

        Ayyy qué bello. Saludos poéticos.

        • TRINIDAD PINAZO

          Saludos poéticos y agradecidos, sinmi.
          Un abrazo desde aquí.
          Trinidad



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