-Animales Concéntricos ...disturbios visuales- (...7)

bernardo cortes vicencio

(…7)

 

Esta es la arteria principal de mi espalda, rodeada sin ser nombrada por otro monstruo asustado igual a mí, se ha escondido como mosca a defecar y procrear sin ser invitado a la mesa  en donde estoy sentado -y concebir en  la lata vacía, sin darme cuenta de que la larva se multiplicaría-   lo supuse después,  porque  de su amarillento liquido salieron arpías de su altiva latitud de rústicos cantares,  abriendo la puerta del dormitorio de un tercer mundo, llevando el envío: un sinfín de exquisita  lírica popular, como si México no tuviera más que ofrecer, que una ración  de chillidos y graznidos caídos de un vuelo salvaje, lluvias y truenos y saliva biliosa y un coctel distinto con raíz de caucho –yo- los llamaría feligreses literarios  sustraídos de la academia personal, emplead@ en filosofía y letras, considerad@s como  grandes  sacerdotes  del templo mayor de la Santa Inquisición,   santos y putas y empleados de correos, y un pobre auxiliar de gobierno, teniendo libretos políticos para sentirse el magnífico  turista de reparticiones públicas, imitando a la antigua pitonisa: la gran vidente de la poesía  con su crema de afeitar, y sus grandes dotes bisexuales tratando de ayudar a parir una cerda en un país extraño.

Lástima, he tardado tanto  tiempo en aprender a leer y escribir y la vanguardia nacional de mi alcoholismo literario no me ha permitido ver a los cantores, ellos se han ido a  fumigar libélulas  negras bajo el ojo de dios y el estiércol en otra nación: el mejor manuscrito donde Cristo sería eterno masturbado por cuerpos ajenos. Es decir, un joven paralitico  manifestándose con pancartas en otro país, transportando sus intereses personales  y su enorme  bolsa  de frituras milagrosas y una lectura de cartas y un poco de bocadillos literarios, con olor a sexo, sin antes decir que fue la amante del bibliotecario,  sin antes haber tenido relaciones íntimas  con una emigrante.  

  

Dejarlo escribir y decirle que es un gran muñec@ de aparador exhibiendo su hilo dental de tanga literaria y, reírme después de lo despreciable de su inmundicia, su irrespirable nausea de gargajo, pústulas y flujos, la despreciable burguesía de sentirse un gran colonizador influenciado por la mujer que está sentada en la antesala con su graznido de tordo, aquel que picotea en la ventana y desaloja un poema con el síndrome de hacer dudar a la vanguardia literaria y el crecimiento de la  evolución.     

 

[Sería como encontrar un mosquito flotando en mi café y un pelo de Borges en la comida….]    

 

Bernardo Cortes Vicencio

Papantla, Ver, México

06:4316022019

 

  • Autor: bernardo cortes vicencio (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de febrero de 2019 a las 09:48
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 67
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