Ya no siento

Rosa desguarnecida.

Ya no siento, vuelvo desde lejos, entre batientes destinos.

Todo era distinto después del recuerdo. Mi casa y mi cuarto lleno de desiertos dias.

Ya no entiendo, después de las cosas, qué poca alegría.

Me arrepiento de no haber tenido la felicidad de estar triste.

Tus piernas hacen temblar el escenario.

¿Por qué eres así endiablada?

Ya no vacilo, el tiempo paso acostumbrado. Y en la búsqueda trate de ocupar los dias.

Con un olor a sexo que desmaya.

¿Ni con la muerte te alcanza? La angustia algún día se acaba.

Tu cuerpo se reitera en mis fantasmas.

Ya no desespero. Las noches se mezclan y me abandonan llenas de momentos.

Los arenales dias invocan el olvido, no puedo con la oscuridad del recuerdo.

Y ahora que mi futuro ya pasó. como el agua en el agua. 

Ya no vacilo como la arena entre la arena. Para que las olas no se rindan.

Vibra el instante en la cima de los besos.

Sufre el crepúsculo. Una luz canalla apaga el día.

Todo cabe en mis pupilas.

Guarnecida