Fui devorado por el mar,
pero mis pies memorizaron Ítaca, su hierba y el misterio condenado a mí.
Por ellos regresé multiforme y primitivo de sandalias.
Allí, velaron mi nombre una y mil veces, bajo las estrellas y cerca del Egeo.
Alguien rozó la sagrada marca en mi piel y preguntó:
¿Quién eres?
Sólo mis huellas, arquitectas de infamias, reposaron en paz en salinas aguas,
olvidaron la resina de las zateras y dejaron de oler a maderos.
A expensas del mundo mis plantas buscaron las sombras y otra voz delató:
¿Dónde irán tus pies?
Y vinieron hacia mí los naufragios y los vientos.
Yo, soberano en intrigas, no pude contra mí y me pregunté:
¿Quién me recuerda?
Y el mar rugió memorioso desde la alta orilla.
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Autor:
Ángela Gentile (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de enero de 2019 a las 18:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Anton C. Faya
Comentarios2
Ufff qué bello poema que recuerda la mitología mitología griega....Saludos poéticos.
Me conmueve y agradezco.
Una pena no siga publicando tanto talento Berisense... Otro mas la esta esperando... Usted me conoce....
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