Si de verdad hemos llegado hasta ese punto
en el que todo vale y nada vale,
¿qué nos queda de verdad?
Qué nos queda de decencia o de ideales,
qué más nos dan los demás,
nosotros,
las mentiras que aprendemos a aceptar,
desidia, resignación, despojos
de proyectos que corren a naufragar
en esta miseria de días hacia ningún lugar.
¿Dónde se truncó el camino?
¿Dónde se durmió el sentido
y nos soltó la mano el instinto original?
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Autor:
TRINIDAD PINAZO (
Offline) - Publicado: 25 de noviembre de 2018 a las 08:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
- Usuario favorito de este poema: Rafael Perez Ortola.
Offline)
Comentarios1
Bello poema que nos inclina hacia las preguntas; una vez más, las preguntas nos enseñan más que las respuestas.
Saludos cordiales.
Muchísimas gracias por sus palabras, Rafael.
Pienso, igual que usted, que las preguntas son una invitación a conocer y ¿quién no se cuestiona y no cuestiona?
Una vez un profesor de filosofía que tuve en el instituto quiso saber cómo me habían educado en casa y por qué yo tenía un gran interés en aprender. Y, al responderle, me di cuenta de que tal vez la clave estuviera ahí. Casi sin pensarlo, le dije que, de pequeña, mi padre, cada vez que yo le preguntaba algo, me respondía con otra pregunta.
No sé por qué le cuento esto. Supongo que porque me ha interesado su reflexión.
Mi padre también se llama Rafael, por cierto.
Un fuerte abrazo.
Trinidad
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