Amor espacio-tiempo

Te veo pero no alcanzo a rozarte,

a pesar de tensar mis brazos

y dilatar mis dedos

hasta el límite de la elasticidad.

Cuando tu resplandor

entra por mi retina,

se desprendió de ti hace un giro solar

y llega a mí desde medio año luz.

Tan distantes

y desfasados

el uno del otro.

SIN NOTICIAS DE PLUTÓN(02 de noviembre de 2021)

Por diversos motivos, este otoño de nubes deshidratadas se me está haciendo demasiado cuesta arriba, hija, y de no ser por el aliciente de la responsabilidad de mi trabajo y por el incentivo de verte progresar como persona, ya me habría construido un sarcófago de hojas secas para retirarme a un largo letargo.

Atraviesas por una etapa crucial en lo que a tu educación se refiere y estoy estudiando más ahora que cuando iba al colegio, con objeto de ayudarte con los deberes que te mandan para hacer en casa. Durante los 3 cursos de infantil, fue tu madre quien se encargó de estar en contacto con tus profesores, pero desde tus comienzos en la educación primaria, trato de estar al tanto de tu evolución escolar. Ya se hacía antes en menor medida, pero a raíz de la pandemia, prácticamente la totalidad de las reuniones con el profesorado, la obtención de informes o la notificación de tareas y calificaciones se llevan a cabo de manera telemática, y como yo aún vivo en el pleistoceno de las nuevas tecnologías, me ha costado horrores ponerme al día y descargarme las plataformas digitales que me permiten tener conexión directa con el centro escolar. En cierto momento, me vi superado por el laberinto de claves y contraseñas y a punto estuve de tirar la toalla ante mi incompetencia para desentrañar las cerraduras algorítmicas. Tuve que preguntarle a tu tutora y en secretaría multitud de veces antes de dar con la tecla. Más me vale ponerme al día o la era tecnológica me va a pasar por encima. Ya el curso pasado me descargué estos soportes, pero tras la inactividad del verano, al empezar este curso me pedía de nuevo las contraseñas y como soy un desastre para tenerlas anotadas en un sitio, ya ni me molesto. Algunas veces he anotado claves de aplicaciones digitales y cuando me ha sido necesario recurrir a ellas, ni me acordaba donde estaban apuntadas.

A partir del curso pasado vas necesitando apoyo extraescolar y tengo la gran fortuna de disponer de tiempo para ayudarte con las tareas. Por norma general, nos ponemos a hacerlas después de comer. Entre la evolución de los temarios y el tiempo que ha pasado desde que yo di esa materia, tengo que echar mano de internet para irlo refrescando en la memoria. La red es una gran herramienta según para qué cosas, y entre su ilimitado contenido, se pueden hallar vídeos de tutoriales educativos donde puedes resolver cualquier duda. He llegado a reparar una avería del coche guiándome por vídeos de Youtube. Quizás dentro de unos años no me sea posible ayudarte con los estudios, pero por ahora, vuestro nivel todavía está al alcance de mi entendimiento, y como digo, tan solo me es preciso desempolvar contenido arrumbado en el desván de la falta de práctica. Hacer sumas y restas sencillas o recordar palabras básicas de inglés es como montar en bicicleta: se puede perder práctica pero nunca se olvida. Otra cosa es que cambien los tiempos y con ellos también la metodología e incluso se modifique el contenido de los libros de texto. El mes pasado os mandaron hacer una maqueta del sistema solar con material reciclable y en vuestro libro de ciencias naturales no aparecía Plutón como uno de los planetas que lo integraban. A mí me extrañó porque en mi etapa escolar, la lista de los planetas del sistema solar terminaba con Plutón, y convencido de que se trataba de una errata, me fui directamente a Google a buscarlo. Cual fue mi sorpresa cuando, efectivamente, tampoco aparecía Plutón como planeta. Ya con la mosca detrás de la oreja, más por curiosidad que por necesidad, quise conocer las causas de su ostracismo. Incluso, como actualmente está de moda independizarse, se me pasó por la cabeza que Plutón se había independizado para buscarse otro sol. Entonces me enteré que desde el 2006, cuando un grupo de astrónomos determinó que no reunía las condiciones para tener la consideración de planeta, fue calificado como miniplaneta y rebautizado como plutoncito. De cualquier manera, hicimos una bolita de papel albal y lo pegamos en una esquina de la maqueta.

En matemáticas, por poner otro ejemplo, os regís por un nuevo metodo para operar, denominado método abn, consistente en ir descomponiendo las cifras en centenas, decenas y unidades. El resultado al fin y al cabo es el mismo, pero seguís otro camino para llegar hasta él. Cuando intenté explicarte el modo como aprendí yo a sumar, y te dije que 7 más 7 eran 14, ponía el 4 y me llevaba una, me preguntaste que adonde me la llevaba. Poco a poco voy poniéndome al día y nunca viene mal desaprender para volver a aprender. Tal vez me estés enseñando tú a mí más que yo a ti. Tu capacidad retentiva es buena pero te cuesta ponerte a hacer los deberes. Tengo que insistirte repetidamente hasta que te decides a coger el libro, el estuche y la libreta; en eso eres como yo, que doy muchas vueltas antes de ponerme manos a la obra.

Aparte del colegio, como actividad extraescolar, te llevo desde hace 1 año a clases de baile un par de veces por semana, y llevas también como un mes yendo a catequesis. Tu madre me mete en unos berenjenales, hija... Yo no soy creyente y le dije que si ella quería que hicieses la comunión, debía ocuparse de llevarte, pero al final termino llevándote yo, sin acercarme demasiado a la iglesia, no vaya a ser que el párroco me agarre y me obligue a confesarme. Te doy un beso y me despido de ti hasta que te recojo a la hora de salida. Has tenido y tienes buenas profesoras y profesores, tanto en el colegio, como en danza y catequesis. No los conozco personalmente, pero se implican en su trabajo y son solícitos ante cualquier duda que se pueda presentar. Tú también me hablas bien de ellos, que son amables y simpáticos con vosotros y así es más fácil llevar las cosas. En casa, tu madre y yo intentamos criarte bajo la ética del respeto y la educación como complemento indispensable a tu formación académica, y por ahora, aunque siempre se puede mejorar en cualquier ámbito de la vida, tu progreso sigue siendo óptimo.