Ninguna
Quizás comenzó todo 40 siglos atrás
cuando el hombre occidental desconocía
la extensión casi lacustre del Mediterráneo.
Dominaron el Pacífico
sin más ayuda que las estrellas y el viento.
Sus temerarias travesías en todas direcciones,
iniciaron la más grande aventura migratoria
de que tenga noticia la civilización.
Tocaron playas suramericanas
en primitivos, pero bien diseñados catamaranes,
demostrando su pericia como navegantes.
En ciertas épocas las rutas
se vieron tan congestionadas
que los capitanes se batían
en duras contiendas por el dominio del mar.
Un tal Kupe mató al esposo de su amiga
y huyó con ella para evadir la justicia,
descubriendo lo que es hoy Nueva Zelanda.
Tangiia y Karika, olvidando su fiereza,
pudieron entenderse y compartir Rarotonga.
¿Quién cantará ahora sus proezas y bravura?
Talvez el mar con su canción nostálgica
hiriendo el corazón de los que parten
hacia lejanas islas;
sordo rumor que todavía se oye
como un himno triunfal sobre las aguas.
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Autor:
000 (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de noviembre de 2018 a las 21:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
Offline)
Comentarios2
Tiempos de leyendas y grandes gestas. Gracias por compartirlo.
Gracias a ti, Yosoymoe, por leerlo y escucharlo.
Recibe un cordial saludo.
Buen poema, linda declamación,tus escritos se convierten en lectura obligatoria para mÃ, saludos mi amigo
Gracias Fabio. Recibe mi cordial saludo.
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