Juramentos sin sentido.

Nataly Olarte

No hallo forma de iniciar este escrito...
La coherencia que siempre se jactó de ser fiel compañera, ahora cobardemente me da la espalda y a escondidas se ríe.
La soledad cuyo abrazo siempre sentí tibio, hoy escarba en mi pecho y drena cada fluído.

Siento la inmutable necesidad de arrancar a mordiscos los suspiros que asfixiantes me atrapan... De hacerme una sola con la lontananza eterna de nuestra magia un día refulgente.

Juro que con todas las fuerzas intento reparar mis alas; aquellas ya rasguñadas y rotas por la ferviente indolencia de tus caprichos de niño, esos, que hieren más no matan, prolongando la pena de un ser que entre ambivalencias arde; pero todos mis intentos desvanecen a medida que los hilos que ato con firmeza, se derriten tras el paso hechicero de tu sonrisa embelesante.

Juro que la insolencia es sólo una tentativa desesperada de mi ego que se niega a morir, aunque al final siempre termine al borde de tu jaula.

Juro que la vida se me hace polvo en el preciso segundo de tu falta, cuando las añoranzas me invaden la garganta y se atraviesan en mi vientre alargando el crepúsculo y demorando la aurora.

Juro que el hastío da dos pasos atrás entre tus sábanas, abriendo camino al desenfrenado amor que en mi defensa represo.

Juro que mi espíritu se seca,
Juro que mis manos se enturbian,
Juro que mi visión se oscurece,
Juro que el desespero es mi verdugo,
Juro que camino por inercia,
Juro que mi voz se corta y se inunda.
Juro... Juro que te amo entre hiedra y sollozo.

La desgracia hace nido en mi cabeza al no saber qué hacer contigo, pero tampoco saber qué hacer sin ti.

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Comentarios1

  • Lualpri

    Hermosas palabras.
    Saludos.



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