Haití.

 ¿Por qué ahora?,

Por que en el peor momento,

Si siempre estuvieron en el peor momento,

Abandonados en la nada,

Sobreviviendo en la fatídica agonía,

Comiendo rastrojos y sobras,

Y viendo pasar cada día,

Como uno menos para llegar a su muerte,

¿Por qué ahora?

Por que ahora hay que ayudar, cuando solo quedan escombros,

Huesos rotos, sangre derramada…

Cuando esta todo devastado,

Y  todas las ruinas que componían ese país,

Han quedado en una sola gran ruina.

Una miserable ruina,

Y talvez es misericordia de la tierra,

Que ha preferido tragarse a humanos,

Y enterrarlos en riquezas no compartidas,

Y destruir un país de contrastes e injusticias.

Finalmente prefiero ver la muerte y el descanso,

A la cara del niño negro, flaco y desesperanzado,

Aquel que se lo comen las moscas,

¿Lo recuerdas?,

Por  que ahora piden dinero y hacen campañas,

¿Peor es nunca?

No ayudo por sentirme menos mal,

Me siento mal por que nunca ayude y no me preocupe,

Es la realidad.

Es un terremoto,

Pero a la humanidad,

La tierra misma nos muestra  nuestra  peor cara,

La desigualdad,

La injusticia,

por que aquel niño,

Que Nace sin oportunidad y muere sin ella,

El humo, las cenizas, el polvo,

Se levanta, crece y se agiganta,

Como nuestro egoísmo que nos consume,

Y nos ciega,

No dejando ver más allá de mi yo y algo más,

Entonces ¿por que ahora?

Mientras algunos siguen criticando y hablan de memoria,

Se olvidan del hoy, del ahora,

Y la memoria no existe si no vives el ahora,

Las cosas de hoy se viven por lo que fueron,

Ahora hay que construir para vivir el futuro,

No hay nada más que remediar ni discutir,

Ya no queda tiempo, no queda más tiempo,

Antes de que la tierra empiece a sucumbir.

¿Por que ahora?

Todos son solidarios, todos sufren,

Por que, por que todos se acuerdan de Haití,

Un país rico en pobreza,

Con crecimiento positivos en la desolación,

Con bonos de imposibilidades,

Con oportunidades para morir peor que el de al lado,

Me fastidia, me apena,

Es necesario, que en toda África haya un terremoto,

Mueran millones de personas,

Para saber que algún día existieron y habitaron ese lugar desolado,

Es necesario agregarle sangre, lágrimas y huesos rotos,

Más  tristeza de la que ya tienen,

¡Por favor!

 Si para pensar  en el otro…

Ha de convertirnos en seres adictos al masoquismo y al voyeurismo,

Que me corten los brazos y trate de escribir con un lápiz en mi boca,

Y quizás estas palabras serían valoradas un poco más, solo un poco más.

¿Por que ahora?,

por que es el  momento,

O por que llego el momento,

Ver la imagen y el fondo,

Ahí decide cada uno que mirar,

Las cien mil personas muertas ni con toda la ayuda del mundo vivirán,

Quedo con el consuelo de que todos los muertos vivientes,

Murieron con la expectativa de pasar a una mejor vida,

la única esperanza que tenían era morir,

Y llegar al paraíso soñado…

Enterrados todos en una misma miseria,

Han de a quedar todos, pobres y ricos,

Pues la muerte  a nadie perdona,

Y ahí muere la ambición y codicia,

Bajo los escombros de un pueblo injusto y desigual.

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