Tiritona en halloween

Joseponce1978

Dddddisculpen las mmmmolestias ssssi no ssse entiendddde bien lo que escriiiiibo. Nnnno piensssssen que mmme hhhhhe vuelto tttttartamudo, nnnnada tiene que vvvvver esssto con mmmmi lengua. Lo qqqqqque sucede es qqqque tttttengo un ttttembleque en ttttodo el ccccuerpo, que ppppparezco un ccccconsolador vibrador ddddesconsolado y mmmi dedo pppulgar tirita ddde mmmanera compppulsiva estttta nnnoche deeee ddddifuntos al ppppulsar las tttttteclas de mi movvvvvvvil. Ppppodríííía estar tttttembbbblando ddddde mmmmmiedo, pues aaaaacabo ddddde salir aaaaa la ppppuerta de mmmi casa y ennnnnn medio dddde la nnnnnnoche rrrrefulgía unnnnn gato nnnnnegro qqqque me mmmmmmiraba fijaaaamennnnnte. Estttttaba tuerrrrrto el ffffelino. Tennnnía un ooooojo rojo como uuuuuun asccccccua y el ooooooootro azzzzul celeste. Eeeeeera como ssssssi esttttuviese siendo obbbbbbservado pppppor el ccccccielo y el infffffierno a uuuuun tiemppppo, y nnnnninguno de lossssss dos se deciddddddiera a engattttttusarme. Pero cccccontra todo pppppppronóstico, no estttttttoy temmmmmmblando de miedo. Commmmmmmo las ááááánimas no ccccconseguían asustttttarme, han comenzzzzzado a exhaaaaaalar su ggggélido aliennnnnto, para vvvvver si cccccconseguíaaaaan hacccccerme tttttemblar de aaaaaalgún modddddo, y vvvvaya que sssssi lo haaaaan logrado. Perooooo nooooo por mucho tttttiemmmmmmmpo, puesssss passssso a ennnnntrar a mi cccccabaña. Ya estoy a resguardo, al lado de la lumbre, tapado con la manta. ¡ La ostia puta, qué frío! se nos ha metido el invierno de golpe y el norte baja de los janjorros como el filo de una hoz que en lugar de cortar, golpea como una coz. Quien pudiera ser oso para escapar de este acoso y retirarse a hibernar hasta la primavera.

 

NUESTRO DÍA A DÍA (14 de mayo de 2019)

Hoy he ido a recogerte del colegio y habéis salido unos minutos más tarde de lo normal porque estabais viendo una película de dibujos animados. Querías quedarte en casa de tus abuelos jugando con tu prima Ana pero al final te has venido a comer conmigo. Ayer ya te quedaste con ella y comiste en lo de tus abuelos, y me pasé a media tarde para llevarte un rato al parque. Cada vez que comemos juntos suelo parar en un local donde hacen comidas para llevar a comprar una ración de guiso, pues me gusta que comas guiso a mediodía. Por 3 euros te despachan una ración bastante generosa, con la que tenemos para comer los 2. Ya conozco de memoria el menú diario: Los lunes hay lentejas; alternan potaje y aletría los martes; los miércoles sirven cocido; los jueves (el único día laborable que no preparan guiso)macarrones al horno; y los viernes, estofado de ternera. Quizás para una familia de 4 o 5 miembros no salga muy rentable comprar comida hecha, pero para una o 2 personas no merece la pena ponerse a cocinar, sobre todo a quien salga de trabajar, y la posibilidad de comprar comida hecha es una solución muy práctica. Al llegar a casa, te echo tu parte en un plato y la mía me la como en el mismo táper para no ensuciar más platos. Aunque comes bien y no eres delicada para la comida, rara vez te lo comes todo porque siempre te echo lo suficiente como para que te sobre algo, y lo que te sobra termino comiéndomelo yo, y si no tengo más hambre, lo guardo para la noche. Tratándose de comida, no acostumbro a tirar ni un grano de arroz a la basura, y para ello me proveo solo y exclusivamente de lo necesario.

Después de comer nos vamos a la habitación a dormir un rato. Te cuesta trabajo coger el sueño y hasta que no lo haces, jugamos o hacemos cualquier actividad. Esta tarde, por ejemplo, has cogido unos folios y lapiz, y sobre un tablero de parchís que has colocado en la cama a modo de mesa, has estado garabateando unas letras y haciendo unos dibujos. Has esbozado un perro, un pez, una lupa y dos corazones, entre otras cosas. Tus dibujos cada vez van siendo menos abstractos, hija, y se van asemejando más a lo que representan. Cuando te has cansado de dibujar, te he preparado un vaso de leche con miel, pues sé que la leche te ayuda a conciliar el sueño, y después de bebértelo, te has acostado y me has pedido que te relate el cuento de la princesa que rescataba al ogro de las garras del miedo. "Érase una vez un ogro que había sido encerrado en las mazmorras de un castillo por orden del miedo..." y voy bajando la voz paulatinamente hasta terminar en un susurro apenas imperceptible, mientras Morfeo se va apoderando de ti. Cuando sospecho que estás dormida, el susurro se desvanece y de repente abres los ojos de par en par para pedirme que continúe con la historia. "Entonces la apuesta princesa llega al castillo, empuñando su espada, en un majestuoso corcel..." Y definitivamente te quedas dormida antes de dar término al cuento, por suerte, pues desconozco como termina, espero que tenga un final feliz. Por lo pronto, nada hace presagiar lo contrario.

A eso de las 6 y media te he despertado y hemos decidido ir a merendar a una hamburguesería, pues te encantan las hamburguesas, pero al llegar, había mucha gente haciendo cola y tras estar un rato esperando, nos hemos marchado para pasarnos por un supermercado a comprar la merienda justo antes de llevarte con tu madre.

  • Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de octubre de 2018 a las 18:29
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 12
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