¿Dónde estás?

18.10.18

 

Le estoy escribiendo a un desconocido, a un desconocido al que le conté las cicatrices que le vestían en la piel.

A un desconocido al que le dediqué mis prosas.

A un desconocido al que le compartí mi cuerpo.

A un desconocido al que le dije “Te amo”.

Me duele no reconocerte, pues estoy muy confundida. 

Si pudiera mirarte en este momento a los ojos, me destruirías. Seguramente posees esa mirada frívola y vacía. Ya no reconozco la vida en ti.

Tú me marcaste la vida, y ahora ya no puedo dedicársela a tu recuerdo.

Ya no puedo pronunciar tu nombre. Recuerdo que a mi boca le gustaba aquel sabor dulce.

Ya no me siento capaz de volverte a leer, pues ya no reconozco al escritor.

Se te fue la pasión, se te fue la vida !

Me duele la confusión; ¿A quién amé?

A quién le dedico ahora mis letras?

A quién le dedico los recuerdos ?

Ya no puedo contarles nuestra historia , ya no les puedo describir quién eres. 

Yo no se quién eres, ya no se quien fuiste. 

Amé un fantasma.

Un fantasma me cambio la vida, 

A un fantasma le llore un arroyo,

A un fantasma le escribí mis mejores poemas.

Aquel dolor llevaba tu nombre, ¿En quién sublimó ahora aquellos recuerdos vagos?

Aún recuerdo la última vez que vi tus ojos, asomados entre las rejas, antes de cerrar la puerta. 

Sabía que no los vería en mucho tiempo, pero nunca me imaginé no poder reconocerlos al verlos.

A tus ojos los extraño yo incluso más que tú.

¿Dónde están? ¿Dónde están esos ojos negros? 

¿En donde se perdió el artista? 

¿Dónde lo enterraste?

Me queda encarnarme al recuerdo de aquel artista indeciso, de aquel artista dolido; el de la mirada profunda, penetrante, imponente.

Si algún día quieres, yo te puedo contar quién era, su historia, sus manías, sus miedos, sus talentos.

Si algún día quieres encontrarlo, lo voy a revivir a punta de tinta. 

Si algún día quieres encontrar sus ojos, pregúntame.

Dime ! Dime puta madre, ¿A quién le dedico estas lagrimas ? 

¿A quién le gritó este dolor ?

¿A qué nombre se lo grito ?

Te has quedado sin nombre y ahora mis lagrimas no tienen dueño, tu recuerdo está huérfano.

Tus obras ya no tienen Autor.

¿Dónde estás?