Mis ojos la tomaron por la cintura,
pálida como ya es característico,
al voltearse me compuso partitura,
sonriente tendencia de tono artístico.
Perderse entre la carne y lo prohibido,
la mano de lo no entendido,
quizá no lo había conjugado,
quizá nunca lo había jurado.
Entre su pelo hallar domingo,
el misterio a la vuelta de la esquina,
la madrugada y sus piernas conmigo,
una llamada, la silueta muy fina.
La brevedad de la situación,
de su mirada, la corta inspiración,
acercarme no habría dudado,
ojala, me hubiese abrazado.
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Autor:
JosueRedrovan (
Offline)
- Publicado: 19 de octubre de 2018 a las 01:23
- Categoría: Amor
- Lecturas: 24
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