Flotando desnudo
Sobre un vasto vacío
Amigo de clamores
Y llantos sin sacio
Obstinado amante
De la musa ausente
Prófuga en las melodías
De músicos desquiciados
¡Tú! Esfumaste las manías
De los poetas torturados
Perdida entre amaneceres
-Ahí,
En tu lecho de hojas muertas
Escondiendo tus placeres
Bajo llave, tras las puertas
Abrazada del verano
Sin regalar a los artistas
Más de tu néctar de antaño
Musa desertora
Ahogada por tristezas
En lágrimas atemporales
Olvidaste las promesas
Musa triste
Danzando a solas
Tú te fuiste.
Musa mía
Ni con toda la poesía
Ni con toda la esperanza,
¡Ya con pura remembranza!
Heme aquí
Dando vida a esta farsa
Musa de piel tono muerte
Con mi pincel
Permíteme devolverte
Los colores, de tu vientre
Y a tu rostro
El descontrolado frenesí
Aquel que cuando joven conocí
Con miles de matices
Que te hacían bailar
Con tus piernas de raíces
A la par de aquel zigzag
Vuelve ya musa ausente
Desaparece el monocromo
Que torna triste mi presente
Vuelve ¡Pintar ya no sé cómo!
Ven.
Démosle vida a mi pincel
Y recuérdame él porque
A tu partida te obligue
¡Recuérdamelo mil veces!
Si es que así,
Hago que al fin regreses.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.