Poema Inacabado

VilloA



hace treinta minutos que me estoy esperando en el mismo infierno
soy impuntual, como siempre, no llego.

allí estoy, con poca esperanza
a punto de arder en mi pasado.

la juventud
mi juventud
me mira desde ti y me flagela
no hay razón para sentirse orgulloso
tampoco es una herida insoslayable
vive una mujer en mi silencio
nos vemos de infiernos cada sábado
los lunes toca literatura.

hace frío en la locura llena del último vagón
continúo
sin echar de menos el tiempo
abonado a tus labios–
esos que paseas los veranos en bicicleta–

de mis ojos a tus labios
hay un trecho indescifrable para la ciencia

unas noches te llego
unos días no te alcanzo
más tristes mis versos que una evocación de Cirlot
un día antes de echar de menos a susan lenox.

hace treinta minutos que giro en círculo carroñero
sin moral ni ética (no me extraña),
como siempre,
no llego
entreno lo que siempre hice mientras sufría
¿dónde está aquel placer del sufrimiento?
el mundo se convierte en la sombra de una cuerda
sin viento que la meza
¿hay algo más triste?

hace treinta minutos que me espero
esta vez
ya
de otra manera
sin esperanza
con un concepto distinto de las lágrimas:
son paraguas en la dermis
son un recuerdo de tus labios rojos
aquellos que visitaba sin permiso, sin tiempo,
mientras en verano tú los paseabas en bicicleta.

la muerte es tan previsible que da pena,
decía, mientras comía de tu oreja el pecado de una edad
indefinida, tan adolescente estás
que como de tus muslos la transparencia
y dice tu frontera: espera, un poco,
ahora
embiste ya contra mi voluntad decidida en el derecho romano

¡pécame en las piernas!
¡tírame del verano!…
estás tan cerca de lo peor de mi sangre
¡entra!
entra, entra… entra… así…
cobijo el pulso agitado de tus venas
reviéntame de un verso las paredes
donde acepto con lujuria los mitos venideros de Isis
deja ya mi fuera del campo de batalla de tu
visión errónea,
has subido, enhiesto roble,
que tu osadía no se baje.
Recuérdame muñeca y tuya
esdrújula y sin voluntad
sometiéndome hasta que revientes mi juventud abierta,
eres mío
mientras te esperas;
hace treinta minutos que te esperas
yo no estoy
vuelve sobre ti sobre tu teatro abierto
vuelve a la espera y sigue.

aquí esperándome
impuntual
a que pases la inmortal imagen del verano
ese instante cautivo de ayer
donde aún tenía presencia de protagonista
nostalgia de mí mismo

ahí estoy
mira
con poca esperanza, a punto de arder.

estoy allí, te veo,
tú tan joven y yo de ayer
última mirada en mi espejo.

cómo aprieta el sol sobre mi sangre
a ti te llevó al suelo
a mí me tiene en la cárcel.

 

 

POR QUÉ LA MEZQUINA SENSACIÓN…

por qué la mezquina sensación de no haber hecho nada
me siento cada día en el poyete de los sabios
cae toda la luz sobre sus boinas
sus ojos medio cerrados adivinan a diario las horas de comer

es mentira que alguno fuese mi maestro
lo que no evitó que yo me preguntara
qué gafas usaron para hacer sus hijos

 

***

  • Autor: VilloA (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de octubre de 2018 a las 21:53
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 17
  • Usuario favorito de este poema: Ney Bueno D..
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