la vida

En esta vida y en todo lo que pasa no somos inocentes de nuestros actos, pero tampoco somos tan culpables como algunos son merecedores, nuestra mente humana muchas veces nos traiciona. Creemos que actuamos bien, pero en realidad cometemos injusticia sin que nos demos cuenta, Y por más que sabemos lo que hicimos nunca damos el brazo a torcer, nunca curamos la herida de la persona que quizás por algún motivo herimos sin pensar, muy al contrario nos sentimos orgullosos y nos jactamos del mal que hicimos, y en ocasiones enviamos mensajes de crueldad a las personas que sí merecen un respeto.

 Cada día vivimos en una prisión, pero libres de poder cometer delitos por el cual nadie se atreve a levantar la mano y hacer un alto, callamos a alguien sin poder siquiera escucharlo si lo que va a decir será para bien o para mal.

 ¿Acaso no somos racionales? ¡Sabemos cuál es el bien! ¡Pero más nos inclinamos por el mal! ¿O acaso queremos caer en un abismo del cual  nadie nos podrá sacar porque todos estarán allí dentro?

Sin duda, la vida es el regalo más preciado y hermoso que nadie se atrevería a regalar a alguien que no le podrá valorar.

 Pero DIOS se atrevió a regalarnos sabiendo que el hombre no lo mereció, y juntamente el perdón de cada acto malévolo de nuestra mente pecaminosa.

 Y a decir verdad son pocas las personas que toman con tanta seriedad su vida, sabiendo que un día abandonaran el cuerpo y que irán a parar a un lugar que solo Dios lo sabe.