POR QUE SE SUICIDAN LOS POETAS

José Roberto Vásquez

 

Todas las manifestaciones son válidas; algunas parten de pensamientos profundos y otras no tanto, algunas son crueles, nefastas carentes de solidaridad y humanismo, otras rebasan expectativas

Todas comparten en común un colectivo subconsciente que nos diferencia   de las otras especies las que se comportan igual que nosotros pero sin que sean conscientes de que lo hacen, de ahí que aludimos al instinto como motor de ese comportamiento   precisamente por la falta de la conciencia. 

Si el hombre se comportara como lo hacen las hormigas, su perfecta organizvmbnn ación de la que no tienen conciencia, el hombre tendría un comportamiento infalible, sin embargo no es así.

En las sociedades humanas toma forma lo bueno y lo malo para solidificarse en moral, reglas necesarias para vivir en comunidad las cuales difieren por su desarrollo histórico, Algunos seguimos siendo víctimas y otros opresores, unas justas y otras terriblemente brutales y absurdas al grado de atentar contra la vida masivamente. 

¿Contribuye el atraso en el desarrollo intelectual¿ 

Aun hoy en día existen tribus en el África que consideran que su psiquismo no está localizado en la cabeza si no en el vientre, sentido espacial adquirido a partir de las sensaciones.

 En otra latitud se afirma con convicción que el inconsciente contiene información tal que si lográramos llevarlo al consciente representarían un incalculable aumento del conocimiento.

La tradición nos dice convenientemente que la esencia de la vida es el amor, pero no lo es, o al menos no lo ha demostrado aún. 

La esencia de la vida es el conflicto, “el hombre es un   lobo para el hombre” ( Plauto 250-184 a . de C. ), es decir siempre estamos tratando de dominar a otros y de considerar todo como una posesión,  incluido el conocimiento y el amor,  esto nos  otorga  dominio sobre los otros  a quienes no estamos dispuestos a cederle  un milímetro de ventaja, de ahí que la política  adquiere su valor, que no es más que la articulación de los disensos por el dominio de las posesiones, por decirlo de manera retórica.

Nuestra necesidad de poder y posesión es tan brutal que consideramos la existencia misma como un derecho, olvidándonos que la vida es condición para ser sujeto de derecho y que todos aquellos recursos y en particular los naturales necesarios para sostenerla son inherentes al ser.

La necesidad es acaparar porque el acaparamiento es poder, lo vemos en aquellas instituciones que tienen la hegemonía política y  hegemonía espiritual  que han  ostentado a lo largo de la  historia  propiedades materiales e intelectuales, valores políticos y económicos incalculables sosteniéndose  a través de la  reducción humana y de la naturaleza, haciendo que  la humanidad, la otra humanidad, consuma  figuras espirituales  de una conveniente  interpretación, privilegiando doctrinas que promueven  la caridad, la vida recta sumisa  y obediente, sin ostentaciones y entre menos recursos se tengan mayor será la recompensa,  conducta que es  observada por mandamientos que criminalizan hasta el pensamiento, prometiendo  una compensación rica , feliz y  eterna después de la muerte si se camina en el plan de santidad.

Estas instituciones en un momento de la historia ostentaron no solo la hegemonía de la espiritualidad sino también del conocimiento, sometiendo y hundiendo a la humanidad en una época de oscuridad llena de muerte e ignorancia que persiste y amenaza con posicionarse nuevamente en el poder, mutando en ideológicas y maniobras políticas aprovechando la constante necesidad espiritual de las mayorías quienes siguen buscando una salida a las carencias y crueldades de este mundo.

Dios ya no está donde la humanidad lo buscaba antes; ahora se encuentra en el cine, en la red y en los proyectos particulares como las universidades, la hiperespecializacion causada por la transformación de los mercados y el aumento de la competencia  que se ha vuelto un estilo de vida creciente el  cual no  puede  parar pues pareciera que está planeado para que  contrarreste  la necesidad de espiritualidad que sigue siendo pero que la nueva era prohíbe practicar salvo los modelos de culto mercantilista que sirven al sistema.

 Lo cierto es que la transparencia misma se ha vuelto descarada, adulteras, transgredes los derechos humanos y las leyes y sínicamente se admite la culpa porque a nadie le interesa la verdad y los que la buscaban con ahínco entendieron que es una utopía, como bien cita Eduardo Galeano:

 “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá” 

Una utopía que está en el horizonte y que cada vez que se avanza hacia ella, esta se mueve diametralmente al frente de nosotros se ha convertido en la zanahoria perfecta para el neoliberalismo que hace desechar, desechar y desechar.

Como Sartre medita en la Náusea “¿Qué importancia dan, Dios mío, al hecho de pensar todos juntos de la misma manera?”

O el pesimismo y frustración de Salomón “¿Qué es lo que fue?  Lo mismo que será.  ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.

¿Pero la esperanza esta frustrada?

Recientemente acompañé a un amigo a la celebración de la misa por la muerte de su padre, durante el sermón el Sr. Cura, hombre de avanzada edad, denunció el neoliberalismo, el brutal capitalismo, denunció los miserables salarios y condiciones laborales de los trabajadores.

Seguidamente al momento de la ofrenda me convertí en un financista de ese pulpito.

Hay esperanza, Poeta no te mueras, la utopía en el horizonte sirve para caminar.  

 

  • Autor: Roberto Vásquez (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de agosto de 2018 a las 16:43
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 114
  • Usuario favorito de este poema: Ana Maria Germanas.
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Comentarios1

  • Ana Maria Germanas

    Hola Jose, con cuanto interes lei tu nota, la desarrollas, con gran habilidad, y comparto contigo, muchisimo de lo que has dicho.-
    No creo sin embargo, que nuestra escencia sea el conflicto, creo si que es una eleccion, motivada, por la consabida puja de poderes en todos los ordenes .-
    Y, permiteme sonreir, el titulo que le has dado a este articulo, redondea, la sagacidad, de una minuscula satira.-
    Me encanto leerte .
    Un afectuoso saludo.-

    • José Roberto Vásquez

      Muy agradecido por tus lindos comentarios.
      Es un gusto compartir.



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