Las últimas luces del día

GabrielSigma

No dejo de ser tan pequeño, tan diminuto, insignificante, con el tamaño de nada, el viento sopla, tan frío, tan lleno de suspiros, de eso está hecho, y cuando lo hace más fuerte, es el resultado de tantas ausencias, de tanto vacío.

Ese vacío, donde cabe todo, cabría el mundo entero, pero no el mío, tan mío, que es tuyo, que puedes tocarlo cuando miras mis ojos y cuando sientes mi ser vibrar y lo haces estallar con apenas emitir unas palabras, y llenas mis continentes sin contenido.
Ves luz en mi, una luz que no se puede apagar, una luz que alcanzaría para abastecer tu ciudad, tus calles y tus parques, cada callejón y cada rincón de todo.

Soy el alba que recorre todo el horizonte, hasta llegar por fin a los dedos de tus pies, y pasar y recorrer tus brazos y tu rostro, y ver el color de tus ojos radiando, darte esa calidez, que solo mi tacto te puede dar.

Soy tan pequeño que solo puedo ser eso, no puedo ser más que los destellos de algo, algo que ves a lo lejos y te maravillas, hasta que se apague como un fuego artificial, después de unos minutos la euforia deja de ser, y se bien que para ti soy algo que quizá no tiene nombre, no tiene peso, soy tan pequeño que soy tanto, pero solo puedes mirar una luz tenue apagándose en mi, perdiendo fuerza, y extinguiéndose al final, abandonando cada esquina de ti al caer la noche, apartándome de los colores vivos tan en contra de mi voluntad, pero la noche vendrá y no esperara a nadie, por que solo arrasa con su frialdad.

  • Autor: Sigma (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de agosto de 2018 a las 23:49
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 8
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