SIMIENTE.
Deja plantar en tu vientre,
con sumo amor y ternura,
un embrión por simiente,
mitad tuya, mitad mía.
Y pondré más de ti que de mí,
para que sea como tú no como yo,
porque siendo toda como tú,
tendré más… Mucho más de ti.
Porque siempre quiero de ti:
Lo que no tengo cómo yo.
Vivir tu vida no la mía,
estar en ti, no en mí.
Renunciar a ser yo,
para ser tú. Sólo tú.
Y será Creatura de Dios
y amada criatura nuestra,
magna ofrenda de los dos,
que nuestro amor cimenta.
La veremos correr, saltar,
dando color a nuestra vida
y la oiremos balbucear.
Papi… Mamita querida.
Un gozo muy bendecido,
esa mitad tuya, mitad mía
magnos tesoros de tu vida,
en nuestros brazos mecido,
Y el amor se magnificará,
perpetuo en nuestra semilla,
que se parece un poco a mí,
pero mucho más tiene de ti.
Autor: Víctor A. Arana
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Agosto 14 del 2018.
-
Autor:
VICTOR SANTA ROSA (
Offline) - Publicado: 14 de agosto de 2018 a las 20:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuario favorito de este poema: Alfredo Daniel Lopez.
Offline)
Comentarios1
¡Precioso! No hay nada como la paternidad y sembrar ese semilla de amor, dentro del vientre de la mujer querida... Solo quien lo vive lo puede entender, engendrar no es ser padre, ser padre es quien cría, quien cuida y quien quiere.
Por ello la cimiente aún siendo importante, dará mil frutos cuando al crecer tenga a su padre y a su madre dándole amor y mucho querer.
Un beso y una flor.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.