Noche Despiadada

La noche pesarosa ha vuelto a descender desnuda entre mi pecho, en búsqueda de mis mujeriegos léxicos violentados por animas, oxidados entre la fosa más profunda de mi egocéntrica y recóndita soledad.

Con sus uñas intenta desgarrarme la anteriormente rasgada voluntad, en busca de palabras que repartí a los marineros de mis venas, procurando así extraviar en incontables ríos de sangre, los poemas daltónicos provocados por ti, ex amor.

A pesar de eso la noche infructuosa desea que mi audacia escupa párrafos de amor olvidados, fatigando así mi haragana memoria reflexiva, avivando vendavales en mis ásperos ojos disipados y confusos, entre tu aun lindo mirar, junto al malestar que les engendraste.

La noche no se agota ni al percibir mi lamento, al contrario magnetiza media luna custodiada de luciérnagas, frías como los astros del rostro de mi actual y acelerado amor confuso.

¡Mira la noche celosa!, solo aumenta el imparcial daño de mis sosegadas soledades dolorosas, ególatra y narcisista desea escuchar mis poesías…

Dilatada a mis pupilas, destilas más a mi alcohol;
Entre letras y letras prohibidas secantes e inconclusas
Enfatizas mis sentidos, con dos palabras tuyas;
Con vértigo escribo, al oscuro otoño de tu cabello.
Noche sin léxico, noche sin rima, noche desamorosa…